Una de las cosas que más nos llaman la atención en Fortune and Glory son las cartas, con esa ambientación fotográfica que te traslada a ese mundo de aventura de golpe. Es verdad que las miniaturas ayudan y en este juego hay un montonazo, pero ver esas imágenes es recordar secuencias de aquellas míticas películas de aventuras. En esta segunda reseña vamos a ver los mazos que podemos encontrar en el juego y esas miniaturas que, no siendo de una calidad excelente, sirven correctamente. Nos encontraremos con cuatro mazos precintados de cartas, al abrirlos podemos crear casi quince mazos diferentes de cartas (si tenemos en cuenta los mazos de villanos y las cartas de referencia de enemigos).
Los mazos principales y su número de cartas entre paréntesis son: aliados (20), equipo (20), enemigos(20), enemigos nazis (20), eventos (45), ciudad (40), artefactos (25), aventuras(25), localización (45), peligros (40), eventos de villano (30), objetos comunes (12).
El mazo de las cartas de peligro es uno de los motores más interesantes del juego, por suerte es uno de los mazos más grandes, porque es el que necesita variedad y el que se queda con más necesidad de expansiones. Estas cartas representan los peligros que tienen que superar los héroes para encontrar el artefacto, si fallas se transforma en un cliffhanger para tu siguiente turno (una nueva oportunidad, pero más difícil de superar).
Las reglas no son complicadas, el problema es que todo el juego está lleno de detalles que tienes que aprender. Necesitas jugar una partida con calma para sentirte cómodo con todas esas cosas que puedes olvidar. Por ejemplo: si vendes un artefacto en una ciudad grande ganas 1 de fortuna extra, o si estás en una zona de jungla densa primero debes lanzar un dado para saber si encuentras la zona de artefacto…
Si hablamos de plástico, en la caja lo dejan muy claro, hay más de 165 piezas, hay muchas monedas, pero también muchas miniaturas.
Las monedas de plástico son un detalle, muchos juegos las tienen de cartón y no es lo mismo. Las miniaturas de plástico vienen en tres colores: gris para los héroes, rojo para los villanos y verde para los enemigos y los templos.
En general, las miniaturas son aceptables, son de plástico algo blando, pero no me molesta. Los héroes son perfectamente reconocibles.
Los 6 villanos y el Zepelín son de color rojo. Dependiendo del enemigo genérico al que nos enfrentemos van a salir unos determinados villanos, aunque también puede salir alguno que no teníamos previsto.
Los enemigos del montón y los templos van de verde. Al comenzar el juego tenemos que decidir a qué enemigo nos vamos a enfrentar. Podemos jugar contra los nazis o contra la mafia. No he podido jugar mucho, dos partidas en solitario y otra a dos jugadores para practicar las reglas. Creo que su potencial a 3 ó 4 puede ser muy grande. Es muy temático y gana enteros si los que juegan están metidos en el tema. Te puedes reír bastante con las situaciones absurdas que pueden ocurrir. El juego algunas veces me recuerda al Eldritch Horror, pero en vez de cerrar portales vamos entrando en templos.