Mini reseñas: Fóllate a mi hijo

La verdad es que no tenía ni idea de la existencia de este cómic hasta que un bonito día, gilipolleando por la red, me topé con el canal de un Youtuber donde hablaba de él y he de reconocer que me inquietó su comentario de que si esto fuera una película estaría prohibido, seguramente, en el 95% de los países. Como yo soy «mu flipable», este comentario fue suficiente para jugármela e ir como un poseso a pillarlo y gracias a él he conocido al bueno de Johnny Ryan, un autor al que ciertamente se le pira mazo y que si no hubiera sido autor de cómics es muy probable que hubiera hecho carrera como asesino en serie.

Y es que esta obra es un claro exponente de que a este tío le suda la polla los ofendiditos y los autoproclamados guardianes de la moral, se pasa por el forro de los cojones a todos ellos y a sus discursos moralistas y se marca una barrabasada en la que toca todos los palos de la depravación humana en sus distintas vertientes. Todo ello bajo el argumento de una aparente afable señora mayor que urdirá un plan para raptar a una pobre señora que pasaba por ahí y obligarla a que se folle a su hijo (del cual podríamos decir que el chaval no es muy agradable a la vista). La verdad es que a poco que estés un poco enfermo o tarao, este cómic es un deshueve del copón por la cantidad de burradas que ves desfilar de una viñeta a otra. Y cuando crees que el bueno de Johnny no puede sorprenderte más con el grado de degeneración que esto rezuma, pasas de página y rápidamente compruebas que estabas muy equivocado. Yo me he partido la caja con esta mierda y creo que desde el Zona Crítica de Simon Hanselmann un cómic no me arrancaba carcajadas así (gracias Autsaider Cómics por traernos estas mierdas). ¡Qué pechá a reír, macho!.

Deja un comentario