Un apacible pueblo alpino, unos personajes inquietantes, una desaparición, una lluvia de ranas y una investigación arriesgada: bienvenidos a Saint-Elme. Franck busca una salida a su calvario en Saint-Elme sin saber que su hermano está haciendo todo lo posible por encontrarlo. Philippe Sangaré llega a Saint-Elme y se pone tras la pista de su hermano desaparecido. Romane revela a Paco lo que su padre ve realmente en su habitación. El director Jansky intenta una maniobra desesperada para convencer a Roland Sax de que firme el proyecto de Stan y Tania. Y bajo tierra, Franck se deja guiar por las ranas.
Ya comentamos en la reseña del volumen anterior lo bueno que era la trama de Saint Elme, con una interesante historia de género negro con pequeños detalles sobrenaturales y un tanto creepys que ganaban en interés según se iban pasando las páginas y conocíamos a todo su reparto coral. La cantidad de tramas abiertas era considerable. Además, unas tramas que en muchos casos parecían inconexas con el relato general y que resultaban tan interesantes como extrañas. Por eso recomiendo la relectura del primer volumen antes de empezar el segundo, para evitar sentirse perdido y refrescar todo lo que nos han contado.
Este año y medio que ha pasado hasta poder leer por fin Saint-Elme. Integral tomo 2 se me ha hecho largo, pero tengo que reconocer que la espera ha merecido mucho la pena…
Serge Lehman se las arregla de maravilla para cerrar todas las tramas abiertas y responder a casi todas las preguntas pendientes (hay alguna que no tiene una factible solución para poder mantener el misterio). Y lo hace de una manera coherente dentro de la lógica del relato.Todos los personajes acaban brillando en un momento u otro y su evolución y crecimiento a lo largo de las páginas es perfecta. Y esto no es sencillo, sobre todo en una obra con un reparto tan coral como esta. Pero el guion funciona como un reloj suizo, con todas las piezas colocadas en su lugar en el momento justo para que la historia vaya evolucionando rápidamente hasta la conclusión final, de tal manera que es muy difícil dejar de leer este libro una vez que empiezas.
En cuanto al dibujo, solo se puede admirar el trabajo de Frederik Peeters. Sabe dotar de personalidad a los personajes a la vez que nos muestra unos escenarios llenos de detalles que llenan de vida al pueblo de Saint Elme. El uso del color vuelve a ser uno de los atractivos de la obra, con un manejo de la paleta cromática muy acertado, dando colores muy vivos a algunas situaciones para subrayar el elemento surrealista de determinados pasajes. Brilla igualmente en recrear unas escenas de acción que se te pegan en la retina.
Otro elemento a destacar de esta serie es la cantidad de personajes que tiene, y lo relevantes que son cada uno de ellos. En ocasiones tienen importancia para la trama, y en otras son meros vehículos que dan sentido a otros personajes, pero todos tienen su momento especial y su sentido en esta historia.
Lehman no es complaciente, y revela en momentos puntuales algunas de las cartas de un modo narrativamente inteligente, pero que obliga al lector a ir uniendo todos los puntos por sí mismo. Y le sale de maravilla: nos quedamos con una sensación de haber leído una historia bien planificada y con un manejo de la narración soberbio
Es una historia para deleitarse en cada página, avanzando poco a poco para no perderse los detalles presentes en todas ellas, ni los giros de guion, algunos más sorpresivos que otros y que dan una mayor profundidad a la trama.
En resumen, el segundo volumen de Saint Elme supone la confirmación de que estamos ante una de las obras más interesantes que se han publicado últimamente en España. Vamos a poder disfrutar de una maravillosa historia negra con elementos sobrenaturales que engancha desde la primera página y que, a pesar de lo enrevesado de la trama, tiene un final perfecto que responde prácticamente a todas las preguntas que se han ido planteando a lo largo de sus páginas. Y todo con un dibujo que casa de manera perfecta con el guion y que brilla con luz propia. Para decirlo de manera clara, si no tienes los dos libros de Saint Elme, ya estas tardando en pasar por tu librería para comprarlos porque no vas a leer muchos comics mejores.
La edición de Astiberri es muy similar a la del volumen anterior. Estamos ante un integral en tapa dura que recoge los volúmenes tres, cuatro y cinco de la edición original en 248 páginas de gran formato (22 x 29 cm). De esta manera tendremos dos libros que recogen la historia completa en un lujoso formato. Este volumen ha sido editado en tapa dura, con un papel grueso de calidad que aporta una consistencia que casa muy con la historia, a la vez que permite reproducir con fidelidad las ilustraciones.
Por Francisco José Arcos Serrano