Encontrábame hace unos días hablando con el otro insigne colaborador de este blog (el nunca bien ponderado señor Kiko), inmersos en una de nuestras charlas sobre Schopenhauer mientras jugábamos al Backgammon en el club de caballeros, cuando de pronto va y me dice: «¡Oye mozo, que sepas que he hecho un pedido a thehut y he pillado un par de Battlefields, uno para tí y otro para mí!». El caso es que hace unos días llegó el susodicho pedido y tras haberlo probado tengo que decir que esta nueva entrega de Battlefield me ha dejado unas sensaciones estupendas.
Yo había hecho ya mis pinitos (del oro) en esta saga jugando a la anterior entrega y a Battlefield 1943, concretamente a la versión Arcade de Xbox Live que me bajé recientemente y que está enfocada al multijugador. El caso es que tras haber probado recientemente el último Call of Duty (o Call of Dupis, como lo llama Kiko), pensé que ningún shooter de guerra en primera persona podría engancharme tanto como aquel.