Harto de ver cómo mi PS3 coge polvo de una manera bestial (y eso que la limpio y la doy besitos de vez en cuando), me propuse hace poco pillarme uno de los pocos juegos exclusivos que hay en su galería: DEMON’S SOULS. Tengo que comentar que los poseedores de una PS3 estarán felices porque este año se avecina una verdadera avalancha de juegos exclusivos para la negrita de Sony. Y yo contento de ello para obligarme a darle más uso del que le doy.
Volviendo a Demon’s Souls, lo vi bastante baratito en una de las tiendas de UK en las que suelo comprar y me propuse a jugarlo, aún sabiendo de antemano que al parecer es chungo de pelotas y que seguramente no tendría disponible el tiempo libre que me gustaría dedicarle. No voy muy descaminado en este aspecto como leeréis a continuación.