Para los que no tengan alzheimer y que en su día leyeran la reseña que hice del cómic titulado Lobezno: El fin, recordaréis que en él me referí al hecho de que hace unos años empezaron a proliferar una serie de proyectos dedicados a mostrarnos la última historia de ciertos personajes del universo Marvel. Lo que sí que hay que comentar como nota curiosa es que optaron por los personajes con más mala leche, porque entre los elegidos (aparte del Garras) estaban también Hulk y Punisher. Y es precisamente a este último a quien dedico mi reseña de hoy en la que podría definirse como «la última historia de Frank Castle».
Y quién mejor que el guionista más gamberro del mundo de los cómics (Garth Ennis) para contarnos la última escabechina de un personaje al que conoce tan bien y que tan buenas historias nos ha dejado sobre él en sus diversas etapas a cargo de los guiones. Y si encima todo ello viene encuadrado dentro del sello MAX de Marvel para lectores adultos, pues os podéis hacer una idea de que el cómic no es apto para nenazas ni para gente tikis-mikis.