La ya mítica jornada friki de lunes molón de ayer coincidió casualmente con la noche de Halloween. Allí nos encontrábamos el bueno de Kiko, disfrazado de Farruquito (con cara de velocidad incluida) y un servidor (ataviado de espía sordo), dispuestos a celebrarla como dos tíos. Además ayer contamos con la aparición estelar de esa gran «revienta-concursos» llamada Mar, sobre cuya cabeza planeó el miedo a un posible visionado de un film de su odiado Bruce Campbell. Pero no, la peli elegida para pasar la noche de Halloween tenía que ser algo chungo, algo que pudiera acongojarnos a lo bestia. Y hemos de reconocer que Grave Encounters lo hizo.
Así leído en frío el título por alguien que no tenga ni zorra de inglés, seguramente lo traducirá por algo como Encuentros Graves y pensará que esto va sobre el típico amigo «pesao» al que te encuentras después de años y te cuenta su vida. Pues no joe…, el título viene a significar nada más y nada menos que Encuentros de ultratumba, y es un film que hoy nos permitimos el lujo de recomendarte desde este humilde blog, porque a nosotros nos acojonó bastante.