Cualquiera de vosotros que lea el título de la última peli que nos hemos tragado el nunca bien ponderado Kiko y yo en nuestras reuniones frikis de los lunes se pensará que nos hemos vuelto unos julandracas de pura cepa y ahora nos dedicamos a ver dramones acojonantes de esos de adolescentes. Y ciertamente he de confesar que cuando este muchacho me dijo (sin pestañear y a sangre fría) el título de este film que me tenía preparado estuve a punto de decirle que se podía meter su peli por el ojete.
Y lo primero que diremos de ella es que trata de una película australiana, lo cual nos sorprendió porque pensábamos que por aquellas tierras sólo se rodaban pelis de canguros. Lo curioso de esta cinta es que venía avalada por una más que decente crítica y por haber sido premiada en el Festival de Cine de Toronto, ganando el premio a la Mejor Película dentro de la sección Midnight Madness en la edición de 2009. Además también se pudo visionar en el Festival de Sitges de aquel año, y el simple hecho de ser una peli proyectada allí para nosotros es algo más que suficiente…