Las guerras no las ganan los héroes, detrás de ellos siempre hay gente que muere para que otro se apunte al carro de la gloria. Ha llegado el momento poner en el lugar que se merece a uno de esos desconocidos que ha dado tanto pero que ha recibido tan poco. Hoy toca hablar de Jek Tono Porkins, aunque la mayoría lo conoce simplemente como Porkins, el pobre gordaco que murió calcinado dentro de su nave en La Guerra de las Galaxias (episodio IV).
Si hay algo que a un friki en una tienda de cómics puede sorprenderle más que ver entrar en ella a una rubia buenorra, eso es el hecho de toparte entre los estantes con novedades de las que no tienes ni zorra idea y que te hacen decirte algo como: «¡Coñe, pues no tenía ni guarra de que esto existía!». Eso fue precisamente lo que me pasó a mí ayer (no lo de la tía buena, sino lo de toparme con una novedad comiquera que desconocía). Me estoy refiriendo a cierto cómic que ha publicado este mes la editorial Planeta DeAgostini y que seguramente hará que a los fans del videojuego Assassin’s Creed les entren ganas de restregarse este tomo por los pechotes, tal y como hace nuestro colega Boby con el disco del Fifa 12…
Los lectores menos «desaboríos» de este más que humildísimo blog (los que no entran únicamente a ver tetas y culos en nuestra sección estrella de la moza de la semana) serán sabedores de que los lunes es cuando ponemos la reseña de la película de nuestros «lunes molones», que como ya hemos comentado ese es el día en el que los creadores del Vas Tú Listo nos jodemos las neuronas en las ya más que clásicas reuniones frikis de videojuegos y cine chungo. Pero hemos de decir que este lunes pasado, debido a cierto altercado con unos mariachis, no pudimos ver ninguna peli, así que voy a meter de relleno paquetil la reseña de esta movida que he podido catar yo este finde.
El caso es que mucha gentecilla suele decirme que cuando se trata de reseñar cosas del noveno arte adaptadas a la gran pantalla suelo ser poco objetivo y más permisivo que una guarra de la Casa-Campo con sus clientes. Pues bien, con Remains he de decir que no sé quién coño dio luz verde para hacer una peli de este jaez, pero ya podría haberse metido la idea por el ojete.
Seguramente los lectores más castizos y «echaos pa alante» estarán ya hasta los huevos de que en este humilde blog hablemos siempre de tanto Punisher del noveno arte y casi que preferirían que dedicáramos un post a otro tipo de ilustres castigadores (como por ejemplo Rocco el Castigador). Pues mira, puede que si nos pagan lo suficiente algún día nos dediquemos a reseñar las pelis pornacas de Rocco Siffredi, pero mientras tanto aquí seguiremos reseñando a nuestro querido Punisher tradicional del mundo del cómic que tanto nos gusta a la muchachada de este blog.
Y lo último que hemos tenido el placer de leer ha sido este pedazo de tochaco de 216 páginas publicado recientemente por la editorial Panini, dentro de ese relanzamiento de algunos de los personajes de la línea Marvel Knights, como el que ha tenido también Daredevil (de la mano del bueno de Mark Waid) o El Caballero Luna. El caso es que yo personalmente tenía puestas bastantes esperanzas en este cómic debido al hecho de que Greg Rucka siempre me ha resultado un tío competente. Pero he de reconocer que este tomo es una de esas historias que se dejan leer y poco más…
Que no hayamos hablado de esta peli en este blog tiene delito. Si hay una cosa que nos caracteriza en esta casa es que somos capaces de tragarnos cualquier mierda (incluso comestible) que se nos ponga por delante y es extraño que nunca hayamos comentado esta película protagonizada por Samuel «Estoy hasta los cojones» Jackson. De hecho es extraño que desde su estreno, allá por el 2006, no la hayamos visto, ni siquiera en los fatídicos Lunes Molones de marras.
Pues el viernes de la semana pasada dio la casualidad de que en una de esas semanas de curro infinito y que uno está hasta tan los cojones de currele que sólo desea llegar a casa para tumbarse a la bartola, me dispuse a ver qué echaban en la tele mientras me zampaba un Kebab del puesto de abajo de casa. Qué maja fue la sorpresa cuando en La 1 echaban Serpientes en el Avión. Cojonudo, pensé, peli friki y sin anuncios. Con los morros llenos de salsa de yogurt me dispuse a pasar la noche sin pena ni gloria.
Si hay algo que tenía muchas ganas de que llegara (incluso más que las de una quinceañera con retraso esperando a que la llegue la regla), eso era el mes de octubre para que por fin se publique de una vez cierta novedad que llevo mucho tiempo anhelando. Sí señores, por fin los fans de Mark Millar vamos a poder disfrutar la secuela de ese cómic que tanto nos gustó en su día. Eso por no hablar del impacto que produjo su adaptación a la gran pantalla, que sirvió para demostrar que hay ciertas historias del noveno arte si no llegan a más personas es debido a la poca publicidad que tienen, al desconocimiento que existe sobre este mundillo y al prejuicio que tienen muchos de pensar que los cómics son sólo para criajos…
Somos de una pasta especial, nos gustan los cómics y la gente que viste con colores saltones. También nos gusta todo lo relacionado con este mundo, ya sea juegos de mesa o juegos en consola. Pero, ¿qué pasa cuando consola y juegos de mesa se juntan en uno?, ¿qué pasa cuando ese juego tiene relación con el mundo Marvel?. Si os digo que Heroclix está detrás de todo esto, seguro que no os sorprende que estemos explicando todo esto en el Vas Tú Listo.
Los zombies siguen estando de moda. Cómics, pelis, series de televisión y la avalancha de videojuegos bajo esta temática han hecho que los que somos fans de este «fenómeno» estemos encantados. Ya nos quedamos flipados cuando se anunció Day Z, un mod para Arma 2, con el que podíamos jugar de forma online en un mundo devastado por las hordas zombis (y que he tenido el gusto de probar, pero para mi desdicha no tanto como quisiese). Más tarde, para nuestro regocijo, los chicos de Arktos Interactive anunciaron un juego online que no tiene nada que ver con Day Z, pero que comparte su estilo de juego (de hecho afirmaron estar trabajando incluso antes del anuncio del Day Z). Su nombre es The War Z y tiene un pinta cojonuda, tal como podéis ver en el vídeo que os traemos.
No hay nada como decirle al Sr Grifter que Superman no es un superhéroe de mi agrado para que vuelva a ponerme en la tesitura de reseñar otra película del estirado de Metrópolis. Como ya dije hace unas semanas en All Star Superman, el héroe del ricito en el flequillo no es mucho de mi agrado. Ese aire de boy scout que le obliga a hacer siempre el bien y que le hace pensar que debe prevalecer la justicia frente a la venganza, por encima de todo, consigue que me saque un poco de mis casillas (y también por el hecho de que no aguanto al patoso de Clark Clent y que nos tomen por tontos cuando se nota que son clavaditos).
Pues bien, la nueva propuesta del Sr Grifter, llamada Superman vs La Élite pone a Superman en el aprieto que justamente he comentado en el párrafo anterior. ¿Qué pasa cuando los superhéroes se toman la justicia por la mano y se saltan las férreas reglas que se auto impone El Hombre de Acero? ¿Qué sucede cuando alguien con tanto poder cruza la línea y aplica lo que él entiende como justicia?
Toda aquella persona que no esté metida en este mundillo del noveno arte y escuche un título llamado Superior, a poco neonazi que se sea seguramente dirá que esto va a tratar sobre el Tercer Reich o algo por el estilo. Pero no amiguitos, el Superior al que nosotros nos referimos se trata de una de las más recientes obras de Mark Millar, ese insigne guionista escocés que nos tiene ganados a muchos frikis por su labor en Kick-Ass, Wanted, Nemesis o incluso por sus Ultimates y otras cosillas de lectura inquietante.
Sí, he de confesar que me declaro arduo fan de este tío y cada cómic suyo que es publicado en nuestro país acudo a hacerme con él más rápidamente que un perrillo bajando a mear a la calle tras todo un finde olvidado en la terraza. Así que personalmente tenía unas ganas locas de leer Superior, principalmente porque las reseñas y las críticas que habían llegado a mis oídos no lo ponían nada mal. Y tras haberlo degustado he de decir que podrá gustar más o podrá gustar menos, pero yo personalmente tengo que confesar que sigo pasándomelo pipa con los cómics que guioniza este tío.
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