Como viene siendo ya un clásico de las Navidades, el último post del año lo queremos dedicar a felicitar a todos nuestros lectores y desearles que en una noche como la de hoy coman muchas gambitas y que arrasen a lo Atila allá por donde pasen. Para nosotros ha sido un año bastante curioso aquí en la sede central de VTL, con nuevos jóvenes redactores que llegaron, otros que se fueron, acreedores amenazando con arrancarnos los huevos y meterlos dentro de un tarro, órdenes de alejamiento de vecinas del bloque de pisos de enfrente y cada vez más criajos insolentes que nos insultan y nos tiran piedras por no dedicar posts a cosas que les gustan. Pero para el año 2015 os podemos prometer dos cosas: la primera de ellas es que vamos a cambiarnos más a menudo de calzones y la segunda es que los redactores que quedamos os prometemos seguir manteniendo este blog activo para que sigáis disfrutando de él. Así que ya sólo nos queda desearos un Feliz Año Furaño (y si a día de hoy sigues sin saber aún lo que es un furaño lo puedes descubrir a continuación)…
Tengo que reconocer que no miro mucho últimamente las noticias de videojuegos debido a mis quehaceres y mi reciente (aunque le queda poco ya) exilio al país del sirope de arce. Pero entre toda la morralla que leo llevo un par de días que no hago más que leer referencias a un juego llamado Hatred, en el cual, controlamos a un puto tío pirao harto de la vida que decide armarse hasta los dientes y desatar su armagedón personal, llevándose por delante a todo hijo de vecino que tenga la desgracia de encontrarse en su camino.