Antes del estreno del film mucha gentecilla no friki me preguntaba que qué coño era eso del soldado de invierno, y yo para vacilarles les decía que era un militar que se ponía una rebequita cuando refrescaba. Bueno, en realidad les remitía a que se leyeran el tremendo tomo que ha salido a la venta hace unas pocas semanas que recopila la saga del gran Ed Brubaker, la cual ha inspirado la trama de la segunda película del Centinela de la Libertad.
Lo cierto es que todos los fans de las pelis de Marvel estábamos esperando ansiosos la segunda entrega de las andanzas del Capi en solitario, no sólo porque el anterior film no estuvo nada pero que nada mal, sino también porque una película en la que anda de por medio nuevamente la Johansson con el trajecito de cuero negro de la Viuda Negra nos pone más inquietos y nerviosos que el monitor de natación de los Gremlins. Es por ello que no podíamos faltar el tan esperado día del estreno a su visionado, vestidos con nuestras mejores galas (bueno, a decir verdad yo fui con mi chándal del mercadillo comprado a un gitano tiñoso, pero vamos)…