Deeneim, ciudad levítica, nido de víboras teologales y refugio de ejércitos derrotados, bastión de la Verdadera Fe puesta en entredicho, guinda y ajorca de las conquistas del Gran Khan, el Martillo de los creyentes. Deeneim, tu destino es ser el rompeolas de todos los fanatismos, la estación de paso donde chocarán los trenes de la realidad y la fantasía, la epopeya y el costumbrismo.