¡QUÉ PUTO VICIO, MACHO!

Desde hace ya varias semanas llevábamos planeando mi colega Kiko y yo una tarde de vicio en su casa como las de antaño, y este sábado pasado fue el gran día. Así que después del partidito de por la mañana con el «UN IBIZA» (que, por cierto, ganamos) y tras el piscolabis postpartido, nos fuimos para su casa a hacer jornada intensiva de vicio. Hay que decir que tanto Kiko como yo siempre hemos tenido fama de «viciaos», hasta el punto que se decía por ahí que iban a hacer una serie con nosotros de protagonistas titulada «Los vigilantes de la Play». Sin embargo también hay que decir que yo desde hacía bastante tiempo me estaba reformando, ya que en lo que llevamos de año no he tocado para nada mi Play2 y mis sesiones de vicio se reducían a algunos pequeños escarceos con la Nintendo DS.

El caso es que este sábado en casa de Kiko me reencontré con el vicio de antaño ya que me puso un puto juego de la XBOX que es lo más grande y con el que estuvimos vicio-viciete desde las 14:30h hasta casi las nueve de la noche (y porque vino a buscarnos el Escoti para salir un rato por ahí, que sino nos pasa como al puto chino ese que le dio un telele por estar 2 días pegado al puto vicio). El jueguecito en cuestión lleva por título GEARS OF WAR, que aparte de ser un juegazo que engancha desde el principio, se puede jugar a dobles en modo cooperación lo cual le hace más adictivo aún. Así que en cuanto Kikales me explicó de qué iba el cotarro y me hice con los mandos y movimientos del personaje, nos liamos ahí los dos a masacrar y a reventar cabezas de todo bicharraco que se ponía por delante (molestados a veces por el desquiciante gato de Kiko que es el gato más agobiante del planetoide).
Así que con la jornada de vicio del otro día al jueguecito este han aflorado en mí viejos sentimientos que pensaba que estaban extinguidos y el vicio vuelve a correr por mis venas. Hasta ahora no sabía cuál era mi misión en la vida, pero ahora ya lo sé: pasarme este juego y la 2ª parte en la XBOX (anoché soñé que la tenía entre mis brazos). ¡Maldito Kiko y puta XBOX…, han hecho aplicable de nuevo en mí aquella famosa frase que nos decíamos hace unos años que decía algo como: «Tú te haces una herida y en vez de sangre sale vicio, cacho cabrón».