Después del pufazo tan serio que nos supuso en su día la puta peli aquella de Prometheus, los muchachos de este blog pensamos que estábamos en la obligación de hacer algo que nos condujera a reconciliarnos nuevamente con el bueno de Ridley Scott (se comenta que nuestro querido redactor Kiko ha estado practicando vudú con un muñeco suyo clavándole agujas en los huevos). Así que tras haber visto en su día aquella puta mierdería decidimos que lo mejor para quitarnos ese pedazo de berrinchazo era dedicar unas bonitas palabrejas a cierta novedad comiquera que nos trae la muchachada de Aleta ediciones, la cual agradará a todos los fans de esta mítica saga…
Y nos estamos refiriendo al cómic titulado Aliens. Más que humanos, el cual ahonda en la mitología de esta ya clásica saga poniéndonos en el pellejo de un grupo de mineros planetarios renegados que plantan su bandera en un mundo nuevo y distante, rico en recursos…y con misterio. En este aparentemente deshabitado planeta yace el mayor descubrimiento arqueológico de la historia. Un antiguo complejo abandonado de proporciones imposibles, esculpido directamente en lo profundo de la roca. Un desconcertante laberinto de pasajes, rampas, puentes y galerías que parece extenderse sin límite. Pero a medida que la exploración de la descomunal ciudad muerta se adentra cada vez más hacia el interior, los miembros del equipo comienzan a perder su asidero con la realidad lentamente. La locura da paso al miedo cuando los exploradores empiezan a desaparecer. Hay algo más que vive en la necrópolis, un horror sin rostro tan mortal y despiadado como el mismo vacío del espacio, un horror letal que lleva siglos esperando a despertarse y destruir.
Así que si eres fan del mítico film y al igual que nosotros buscas cualquier cosa que te haga reconciliarte con la saga y quitarte el mal sabor de boca que dejó Prometheus, desde este humilde blog mierdoso te recomendamos que eches un vistazo a este tomo, porque por 14,95€ puede merecer la pena. Nosotros ardemos en deseos (cual 18 añeros en celo) de poder degustarlo como se merece. Esperemos que ello sirva para que nuestro redactor Kiko deje de jurar en arameo.