Adivina el título de una película: «Se abre el telón y aparece un mago haciendo un truco cojonudo y de repente un alien se pone a imitar a una oveja tras ver ese pedazo de trucazo». ¿Lo has adivinado ya?. Pues si es muy fácil, tonti: Alien baló sorprendido del truco. Aún recuerdo cuando un colega nuestro contó esta gilipollez a otro chaval que conocemos y a este tío gili le debió de pillar de sopetón esta enorme sandez, que de repente se rió de tal forma que un mocarro del tamaño de una botella de coca-cola de medio litro se le quedó colgando de la napia…
Cuento toda esta gilipollada porque cada vez que veo algo relacionado con la saga de Alien me viene a la cabeza este curioso pasaje que es ya todo un clásico aquí en el barrio. Así que echando un ojo allí en la tienda a este tomo, que ha sacado a la venta hace muy poquito la muchachada de Aleta Ediciones, es muy normal que a mi mente viniera esa épica historia que he relatado arriba. El caso es que ese vistacillo rápido que le eché fue suficiente para meterlo junto al resto de compras de aquel día, pues suelo ser tolerante con cualquier cosa publicada que tiene que ver con esta mítica saga…
Y lo primero que merece la pena comentar es el argumento de este cómic, en el que veremos cómo un grupo de mineros planetarios renegados plantan su bandera en un mundo nuevo y distante, rico en recursos, suelo y misterio. En este aparentemente deshabitado planeta yace el más grande descubrimiento arqueológico de la historia. Un antiguo complejo abandonado de proporciones imposibles, esculpido directamente en lo profundo de la roca. Un desconcertante laberinto de pasajes, rampas, puentes y galerías que parece extenderse sin límite. Pero a medida que la exploración de la descomunal ciudad muerta se adentra cada vez más hacia el interior, los miembros del equipo comienzan a perder su asidero con la realidad lentamente. La locura da paso al miedo cuando los exploradores empiezan a desaparecer. Hay algo más que vive en la necrópolis, un horror sin rostro tan mortal y despiadado como el mismo vacío del espacio, un horror letal que lleva siglos esperando a despertarse…y destruir.
Todo lo comentado en el párrafo anterior da pie a una historia que sirve para ampliar los horizontes de la mítica saga cinematográfica de Ridley Scott, la cual lleva dando guerra desde hace más de 30 años. Un cómic que se sitúa en la línea de Aliens: El Regreso, en el sentido de que su argumento nos pone en el pellejo de un grupo de personas aisladas en un lugar chungo y que se han de ir abriendo paso a base de disparos mientras una horda de estos bichos asquerosos les acosan a cada rato. Eso sí, merece la pena comentar a este respecto que se trata de otra rama evolutiva de los famosos Aliens, que son bastante más propensos a la muerte que sus homónimos de las películas (estos concretamente mueren como churros).
Tampoco faltará un plantel de personajes en el que veremos los ya clásicos arquetipos del género, con un valiente protagonista (un androide llamado Sereda), que derrocha más humanidad que la mayoría de las personas de ese grupo. Y por supuesto tampoco faltará el típico elemento desestabilizador al que le importan una mierda los demás, que va de listillo y cuyo principal objetivo es salvar su propio pellejo a toda costa. Todo esto mientras tratan de acudir al rescate de una pobre muchacha perdida dentro en un antiguo complejo abandonado antes de que se convierta en la merendola de alguno de estos bichos.
Con todo lo comentado salta a la vista que esta historia de la editorial Dark Horse pretende profundizar nuevamente en toda esta saga, que para mi humilde opinión muestra ya claros síntomas de agotamiento y de falta de ideas tras cuatro peliculas, un par de cruces con los Predators y una precuela, que a mí me dejó indiferente (tal y como fue Prometheus). Un cómic cuya lectura no aporta nada nuevo y con el que a uno le queda la sensación de que es lo mismo que se ya ha visto ya infinidad de veces en esas pelis.
En definitiva, Aliens: Más que humanos quizás sea un cómic que agrade a los completistas o fans acérrimos a esa saga, pero si buscas algo «distinto» a lo visto ya hasta la saciedad ya te digo yo que aquí no lo vas a encontrar. Una discreta historia de ciencia ficción, en la que la acción prima por encima del terror y que además cuenta con un final un tanto brusco que te deja un poco la sensación de que el guionista (John Arcudi) llegó a un punto en el que pensó: «¡Pos ale, ya me he cansado de escribir, a tomar por culo que esto lo acabo aquí!». Lo dicho, que si puedes leerlo «de gratis» tiradazo por ahí en el suelo del Fnac eso que te llevas…