Uno de los mayores iconos de las pelis de acción de los 80 es sin duda John Rambo. Todos los que tuvimos la suerte de disfrutar aquella época recordaremos cómo el bueno de Rambo nos hizo pasar momentos inolvidables, y ya no sólo viendo sus películas, si no por la forma en la que muchos jovenzuelos de aquella época simulábamos ser el medio majara militar y freíamos a nuestros amigos los charlies con cualquier cosa que pareciese una metralleta (o simplemente con la mano, qué narices). Por eso, después de tantos años (recordemos que el primer film de la saga data del 82), me quedé un poco cartulina al descubrir que se estaba preparando un juego basado en este eterno personaje. Todos soñábamos con que se hiciera un juego que le rindiese homenaje y nos recordase a esas tardes nocilleras de cuando éramos pequeños. ¡Ay, iluso de mí!…
Durante el transcurso del juego reviviremos los hechos que se narran en las tres primeras películas protagonizadas por Rambo (si no las has visto ya estás tardando). Su planteamiento es muy simple, siendo un shooter on-rails, donde nuestro personaje se mueve por los escenarios de forma automática y nosotros seremos simples artífices a la hora de apuntar y pegar tiros. Los momentos de acción son muy del estilo al clásico de Taito Operation Wolf, pero con añadidos interesantes como pueden ser optar por coberturas o una barra que se irá llenando según acabemos con enemigos con la que podremos usar un poder especial con el que curarnos. Y para dejarnos descansar entre tantos tiros, se han incorporado los ya muy manidos QTE, en los que tendremos que pulsar la tecla o botón correcto en el momento justo.
Si el planteamiento de la mecánica del juego es simple, no por ello le quita algo de diversión al juego. Tengo que reconocer que cuando empecé a jugarlo estuve a punto de desinstalarlo, pero no sé muy bien la razón, ya sea porque revivir las películas de Rambo mola, porque realmente se hace algo divertido o que yo estoy medio atontao, al final le he echado unas pocas horas (pocas porque no da para más). Según vayamos avanzando en el juego y consiguiendo puntos, podremos conseguir habilidades desbloqueables que nos permitirán subir las ya de por sí elevadas dotes de nuestro cachas. Pero estas cosillas no permiten que a Rambo The Videogame se le pueda considerar un juego de aprobado.
Ahora toca ponerle a caldo y sacarle los colores. El juego adolece de muchos fallos técnicos y una serie de atrocidades que le hacen rozar el ridículo. Para empezar, los gráficos son un truño. No es que yo sea mucho de gráficos, pero joder, se nota que la pasta que se han dejado no ha sido suficiente al ver los resultados. Los modelados de los enemigos dan algo de risa y según vas jugando te das cuenta que prácticamente te estás cargando al mismo tío una y otra vez, ya que se han usado pocos tipos de caras para los personajes. Y lo mismo ocurre con los personajes que nos acompañan (Coronel Trautman, ¡no siento las piernas!), y sobre todo al que más mimo tendrían que haber dedicado, a nuestro amado Rambo, que parece sacado de un juego de la PS2.
Entre escenas jugables nos han metido unos vídeos en calidad pésima que deja patente el poco cuidado que han puesto en el juego. No entiendo cómo se les ocurre generar estas escenas de esta forma. Si el motor del juego ya es de por sí feo, imaginad si los vídeos lo estropean aún más.
Pero lo dicho, aunque la mecánica sea algo repetitiva y los gráficos dejen mucho que desear, es muy posible que termines divirtiéndote con el juego. O que revientes al cabronazo que te lo recomendó. Pero tienes que tener algo en mente: usar el famoso arco con flechas explosivas de Rambo no lo da un juego cualquiera. Pero todo se acaba demasiado rápido ya que la campaña principal no llega a las cuatro horas. En definitiva, yo no me lo compraría a no ser que fuese un fan declarado de Rambo o si estuviera de oferta explosiva, porque sinceramente, viendo las notazas que se ha llevado en los medios especializados le quitan a uno las ganas de probar semejante abominación. Pero qué narices, voy a echarme otra.
¡Qué selecto se está volviendo usted con los años! 🙂