Hoy en día ser un joven mozuelo y querer ver un buen tetamen es la mar de fácil (coges, te metes en google, pones cualquier palabra y aunque no lo quieras te saldrán tetas y culos a tutiplén). Pero en nuestros tiempos mozos la cosa estaba más chunga, porque si querías observar una simple teta tenía que ser viendo a Sabrina cantando el «boys, boys, boys» o quedarte la noche de los viernes a ver el Venus TV en Tve2 sin que tus padres se pisparan. Otra alternativa estaba en los videojuegos, viciándose uno a cosas tales como el Cobra Mission, el Emmanuelle o el Teenage Queen. Y es que en aquellos tiempos difíciles hasta una simple teta pixelada en la pantalla del puto Amstrad CPC 464 te ponía verraco…
El caso es que hablando hace un rato sobre no sé qué movida con nuestro querido redactor Kiko ha salido a colación el antes mencionado videojuego Teenage Queen, y me he decidido a dedicarle un post por los grandes ratos que pasamos con él en nuestros tiempos mozos. Como por aquel entonces no sabíamos inglés lo llamábamos «Tinajas Kuin» (luego pasamos a llamarlo Tinajas a secas). Gracias a él aprendimos a jugar al póker (no nos quedó más cojones si queríamos ver una teta) y aprendimos además el significado de aquel famoso chiste que decía: «¿Follamos?». «Uy, tengo pareja». «Pues yo escalera, así que gano y follamos».
Para el que no conozca el juego diremos que se trataba del típico Strip Poker en el que a medida que ibas ganando manos quitabas una prenda a la chavala en cuestión. Las nuevas generaciones desconocen lo que era el estar ahí horas y horas dando lo mejor de uno como tahúr con el fin de desvestir a una chavala (hoy en día estas complicaciones ya no existen para los jovenzuelos). Y tampoco conocerán la frustración que producía el hecho de tener a la tipa ya medio en pelotas, hacer una apuesta fuerte ahí todo nervioso para ganar la partida y obtener tu ansiado premiazo, perder la mano y que la moza recuperara toda su ropa. Eran momentos en los que te daban ganas de cagarte en los muertos de alguien y de reventar de un hostión el monitor, pero no lo hacías porque sabías que tus padres no iban a volver al PRYCA a comprarte otro ordenador. Sirva este post a modo de homenaje a este juegaco y a aquellos buenos viejos tiempos en los que ver una teta era tarea titánica..
Jajaja, joder, qué tiempos más majos. Como es posible que se nos pusieran los ojos como chiribitas al ver esas imágenes.
Pues no sé si será verdad, pero corría el rumor por aquel entonces, que cuando conseguías desnudarla al completo, resultaba que la chica era un robot o algo así.
¿Una robota?. Hala pero qué dices…