Que somos fervientes seguidores de la saga Evil Dead ya es incuestionable. Que Ash J. Williams nos parece uno de los personajes más cachondos y molones de las películas de serie B tampoco debería sorprender. Pero sí que sorprende que a estas alturas no hayamos hablado sobre ninguna de las incursiones de este personaje en el mundo de los cómics. Tengo unos cuantos en la estantería, pero no fue hasta haber visto el musical de Evil Dead que me dio por coger uno de ellos y degustarlo. Army Of Darkness: Cenizas a las Cenizas fue el elegido para esta ocasión. Además, qué cojones, el nuevo remake se estrena en breve (qué nervios por favoooor).
El tomo que tengo en mi poder recopila la miniserie de cuatro números Ashes to Ashes (en España fue traducido como Cenizas a las Cenizas perdiendo la referencia al nombre del protagonista), escrita por Andy Hartnell (co-creador de Danger Girl) y dibujada por Nick Bradshaw y continua la historia de Ash justo después de los hechos acontecidos en la película Army Of Darkness. Es decir, Ash consigue eliminar el mal que asola el mundo en plena Edad Media y es devuelto a su época gracias a la poción que fabrica para él El Hombre Sabio.
Nuestro querido gran héroe es un tipo sencillo y a pesar de ser un héroe de renombre en la antigüedad, en la actualidad continua desempeñando su trabajo como responsable de la sección de electrodomésticos de las tiendas Smart. Lo que desconoce es que el pequeño rito que tuvo que hacer para volver a su línea temporal salió de culo (debido a que Ash es un personaje de cuidado y no es dado a seguir las normas) y como consecuencia es enviado a su época, pero varias horas antes de que acontezcan los hechos ocurridos en Evil Dead 2. Es decir, en ese momento el Necronomicom todavía no ha sido enviado al pasado y por lo tanto el mal sigue presente (no hace falta decir que si no has visto las películas de la saga no te vas a enterar ni del nodo).
No tardará Ash en darse cuenta de que algo raro ocurre en su tienda cuando empiezan a aparecer demonios salidos de la nada. Al menos conseguirá de nuevo la ayuda de El Hombre Sabio, el cual viaja a través del tiempo para echarle un cable. Una vez que éste le explica todo el pitote, a Ash no se le ocurre otra cosa que intentar salvar a su amada, dado que ésta se encuentra en ese preciso instante en la famosa cabaña acompañada de su novio, que no es otro que el mismo Ash.
La decisiones del anti-héroe, como todos sabemos, no se caracterizan por ser coherentes ni racionales, ni tampoco parece que viese Regreso al Futuro para entender lo de las paradojas temporales. Es decir, si salva a su novia, entonces el Ash de la cabaña nunca atravesará el portal del tiempo, lo que lleva a que nunca se enfrentará con el Necronomicom en el pasado… poniendo en grave peligro la existencia del propio Ash. Menudo chocho, ¿eh? Comienza así un lio de no te menees en el que a Ash no le quedarán más bemoles que obligar al otro Ash a viajar al año 1300 para asegurarse de que los acontecimientos no se cambian y así evitar que todo se vaya a la mierda.
Todo este galimatías seguirá el mismo modus operandi visto en Army Of Darkness. Es decir, disfrutaremos de un Ash que se mueve guiado por decisiones impulsivas, lo que augura un sin fin de situaciones absurdas y descojonantes, todo ello acompañado del aire de coña que caracterizaba a la película. Aunque hay que dejar claro que tampoco es que el guión sea muy original ni tampoco tronchante, pero es seguro que hará felices a todos los seguidores de la saga. El dibujo me ha parecido excepcional y es capaz de reflejar el repertorio de muecas de las que goza nuestro héroe.
En fin, un cómic orientado a todos esos que disfrutaron en su momento de la saga Evil Dead y que siguen teniendo en un altar a las aventuras de Ash J. Williams. Y qué pelotas, ver a Ash enfrentándose a sí mismo no tiene precio. Hail To the King!!
Ash J. Williams es y será siempre el puto amo (diga lo que diga nuestra reportera Mar).