
Antes de continua os voy a adjuntar un resumen del argumento: «Christine Brown (Alison Lohman) es una ambiciosa apoderada de un banco de Los Ángeles que sale con un hombre encantador, el profesor Clay Dalton (Justin Long). Todo les va muy bien hasta que la misteriosa Sra. Ganush (Lorna Raver) va a verla al banco para pedir que retrase las mensualidades de su hipoteca. Ahora bien, ¿debe Christine hacer caso de su instinto y ayudar a la anciana? ¿O quizá sería mejor negarse y quedar bien con su jefe y conseguir un ascenso? Christine se inclina por la segunda opción, por lo que la Sra. Ganush pierde su casa. La anciana decide vengarse y le manda una maldición, convirtiendo su vida en un infierno. Perseguida por un espíritu malvado y ante la incomprensión de su escéptico novio, Christine busca la ayuda de un vidente (Dileep Rao) para salvar su alma de una condenación eterna. En un intento de ayudarla a recobrar una vida normal, el vidente la guía por una frenética carrera para invertir el hechizo. Pero las fuerzas del mal se acercan y Christine debe enfrentarse a algo impensable: ¿hasta dónde está dispuesta a llegar para librarse de la maldición?«.
Hay que reconocer que la película tiene sus momentos de acojone y en varias ocasiones nos hará saltar de la butaca con sustos cojonudos, que aunque los ves venir, consiguen provocarte un sobresalto acojonante. Yo tengo que decir que hace ya tiempo perdí la ilusión en lo que respecta al cine de terror, pues creo que es un género que desde hace tiempo ya no consigue sorprender con nada nuevo. Sin embargo, hay que reconocer que Sam Raimi demuestra una vez más que en este género se mueve como pez en el agua y es todo un experto en el tema (no olvidemos que aqui fue donde tuvo sus orígenes), y por ello consigue mantener el interés en una historia que, aunque pueda tener giros previsibles, no deja de sorprender en ningún momento. En definitiva, creo que es un film que merece la pena por el particular estilo de Raimi dentro del género, que se muestra en todo su esplendor en ciertas escenas en particular, que pueden hacer recordar los buenos tiempos de la saga Evil Dead (y ya sólo por esto mola).
Hay que reconocer que la película tiene sus momentos de acojone y en varias ocasiones nos hará saltar de la butaca con sustos cojonudos, que aunque los ves venir, consiguen provocarte un sobresalto acojonante. Yo tengo que decir que hace ya tiempo perdí la ilusión en lo que respecta al cine de terror, pues creo que es un género que desde hace tiempo ya no consigue sorprender con nada nuevo. Sin embargo, hay que reconocer que Sam Raimi demuestra una vez más que en este género se mueve como pez en el agua y es todo un experto en el tema (no olvidemos que aqui fue donde tuvo sus orígenes), y por ello consigue mantener el interés en una historia que, aunque pueda tener giros previsibles, no deja de sorprender en ningún momento. En definitiva, creo que es un film que merece la pena por el particular estilo de Raimi dentro del género, que se muestra en todo su esplendor en ciertas escenas en particular, que pueden hacer recordar los buenos tiempos de la saga Evil Dead (y ya sólo por esto mola).