He de decir que Élite es una tienda de deportes que hay al lado de mi casa. Por esa razón la primera vez que escuché el título de este film pensé que los de esa tienda se habían vuelto tarumbas y habían liado una escabechina como la de Puerto Hurraco. Sin embargo, muy poco tiempo después descubrí que Asesinos de élite es la última película protagonizada por el bueno de Jason Statham, o como le llama una amiga mía, «Jason sta-tham buenorro» (ya veis las gilipolladas que hay que aguantar). Y es que hay que reconocer que este actor británico es al cine de acción lo que Gunilla Von Bismarck es a las fiestas: está en todas y no se pierde ni una el tío.
Y como en Vas Tú Listo somos grandes admiradores de pelis suyas tales como Transporter o Death Race (y además anhelamos volverle a ver repartiendo unas cuantas hostias a lo Arteche en Los Mercenarios 2), no podíamos menos que acudir de gala a nuestro cine favorito para visionar su último largometraje. Así que sin más dilación vamos a comentar qué nos ha parecido…
Haciendo honor al título, el argumento nos pone en el pellejo de unos asesinos de élite cojonudos, quienes tendrán que realizar un «trabajito» para un jeque árabe que contrata sus servicios y que consiste en matar a tres miembros del SAS (Servicio Especial Aéreo británico), culpables de la muerte de tres de sus hijos durante unos disturbios en Omán diez años antes. Dos de ellos aceptan por dinero, mientras que el tercero (Jason Statham) lo hará para salvar la vida de un buen colega.
Será justamente a partir de esta premisa del argumento donde recae lo más interesante del film, pues nuestros protagonistas tendrán que apañárselas para acabar con sus objetivos de forma que parezcan muertes accidentales, y previamente tendrán que arrancar de sus víctimas una confesión grabada de su culpabilidad para que el jeque pueda regodearse en su crapulencia presenciando la muerte de los que acabaron con la vida de sus hijos.
He de comentar que a lo mejor es cosa mía que soy un tontaco o que tengo poquito mundo, porque antes del visionado de este film pensaba que el SAS era el Servicio Andaluz de Salud. Pues mire usted por donde, resulta que se trata de un regimiento de fuerzas especiales del Ejército británico cuyas funciones en tiempo de guerra son las operaciones especiales y en tiempos de paz principalmente se dedican al contraterrorismo. Y es que como en los videojuegos de hoy día todos los principales protagonistas son o los Navy Seals americanos o los Spetsnaz rusos, pues un servidor no estaba muy puesto en ese tema de las fuerzas especiales británicas. Lo curioso es que en el film hay un comentario de uno de los protagonistas que indica que los Seals al lado de los muchachos del SAS son (cito textualmente) «unas mariconas«. Y ciertamente la película deja claro que para ser miembro de ese cuerpo de élite hay que ser un cabronazo muy duro, pues ciertamente acojona oír hablar de la famosa marcha del SAS, consistente en recorrer 65 km con un equipamiento de 25 Kg haciendo frente a cualquier inclemencia meteorológica.
Pero puede que los mendas del SAS sean tipos muy duros, pero lo cierto es que Jason Statham en su papel de asesino de élite es un cabronazo todavía mejor y con los cojones bien puestos como para aceptar el encargo de acabar con la vida de tres reputados componentes de esa fuerza especial británica sin despeinarse (lo cual él lo tiene fácil…). Todo ello da lugar a un film de acción, tiroteos, persecuciones automovilísticas y demás elementos que uno espera ver en un largometraje de este jaez. Además la cosa está aderezada con ligeros toques de dilemas morales y arrepentimientos por parte de alguno de los protagonistas, pues hay ciertos momentos de la trama en los que vemos de lo que son capaces este tipo de asesinos.
Por cierto, a modo de curiosidad comentaré que el film está basado en hechos reales e inspirado en el libro The Feather Men de Ranulph Fiennes, antiguo ex soldado británico que cuenta algunas de sus vivencias personales durante su permanencia en las fuerzas especiales británicas. Y es que este largometraje nos da una idea de las atrocidades y abusos de los muchachos del SAS en la guerra de Omán, que ciertamente le da a uno que pensar sobre toda la de «mierda» que se oculta en este tipo de conflictos y que nunca sale a la luz, gracias a la labor de gente poderosa en las sombras que velan por los beneficios de su propio país.
Y no puedo finalizar la reseña sin comentar que todo este tinglado se completa con la aparición de viejas glorias como Robert De Niro (que creo que ya no tiene edad este hombre para correr por ahí con un fusil de asalto), Dominic Purcell (más conocido por muchos como el hermano del prota de Prison Break, aunque aquí sale con unas greñas de aupa y con unos bigotacos a lo guardia civil). También contaremos con la aparición de Clive Owen, que a lo largo del metraje no cejará en su empeño de demostrar que él puede ser más tipo duro que cualquier asesino de élite que se precie. En definitiva, Asesinos de élite es un thriller de acción sobre todos los entresijos que hay detrás de la mecánica del asesinato a sueldo, que sin ser nada del otro mundo se deja ver y creo que agradará a los fans del género.