Conan en la sala de lectura

Conan siempre va repartiendo castañas a diestro y siniestro, vestido con un taparrabos y mostrando su cuerpo para deleite de todas las féminas con gustos culturistas. En cambio, la elección del Cimmerio en cuestión de mujeres es de lo más variopinto, pues o se pasa por la piedra a 4 prostitutas de mala muerte o se cepilla a la hija de un rey. Hay que recordar que Conan es un bárbaro y eso no es sinónimo de idiota. Tiene sus preferencias y si puede, coge de lo mejor lo superior. A ver quién es el chulito que le dice de esa agua no bebas.

Ya que estamos en momentos “Conan”, es hora de hablar de los libros de Robert E Howard, unos de los padres (junto a Tolkien) de la literatura fantástica moderna. Aunque realmente poco tiene que ver el uno con el otro, sin duda marcaron las pautas de lo que tenía que venir después. Con algo de esfuerzo podemos imaginar lo que pasaría en una fusión de estos dos grandes escritores.

Space Marine

En algún momento tenía que hablar de Space Marine, y ese momento por fin ha llegado. El Dios Emperador amado por todos nos observa desde su trono dorado. Armados con nuestro Bolter vamos a repartir justicia entre los enemigos de la humanidad, somos el arma perfecta, la punta de lanza de los ejércitos del Imperio, ¡SOMOS LA POLLA!. No podemos pedir más.

La ambientación es la correcta, algo gótica como mandan los cánones del cuarto milenio, incluso estaban las hijas de Zapatero cargando desde la disformidad. He quedado muy conforme con el ambiente después de jugar hasta la una de la madrugada a una demo que se hace corta y te quedas con ganas de mucho más. Por cierto, la demo se puede descargar desde el día 23 de agosto en la Xbox si tienes Gold y el juego sale a la venta el 9 de septiembre.

Honor Harrington

Si digo que la cosa va de chicas con uniforme, seguramente algún pervertido pensará en la madrina de este blog vestida de enfermera, colegiala o a saber qué oficio donde pueda verse una buena pechuga. Nada más lejos de la realidad, Honor Harrington es oficial de la marina espacial y se ha ganado hasta su última medalla con esfuerzo y sin utilizar rodilleras.

Aunque apunta maneras británicas, este personaje en vez de beber Té, se dedica al chocolate y es que algunos dicen que el chocolate es el sustituto del sexo y en el espacio no hay mucho tiempo de practicarlo, además de lo incómodo que debe ser hacerlo flotando a dos metros del suelo.

Algunas veces buscas, el camino es largo y al final encuentras. Eso me pasó a mí con este personaje que da nombre a una famosa y prestigiosa saga de novelas de ciencia ficción: Honor Harrington.

Waylander

Nos complace anunciar que los muchachos de este blog nos vestimos de gala para dar la bienvenida a un nuevo y flamante componente: Argos. Este muchacho se ocupará sobre todo de hablar de lecturas muy frikis. Así que fans de ese tipo de literatura, atentos a la sección de este buen mozo porque seguro que os encandilará. Os dejamos ya con su primera reseña.

Hoy hablaré de Waylander, y aunque me tira mucho más la ciencia ficción, algunas veces me dejo caer por la épica fantástica.

Es un libro que tiene algunos años, se lo recomendé a Kiko el otro día a riesgo de equivocarme con sus gustos. Pero claro, teniendo en cuenta que el señor Waylander es un asesino despiadado,  que arremete contra lo que sea con su ballesta de repetición o con su espada y que su lectura es rápida con un ritmo trepidante, el  acierto es casi seguro.

La verdad es que el hombre tiene sus motivos para comenzar a matar pero le acaba cogiendo el gusto y es un no parar.