IRREDEEMABLE

Soy consciente de que hoy por hoy estoy muy encasillado en la lectura de cómics de Marvel, hasta el punto de que cualquier día la gente me señalará con el dedo por la calle y me dirá: «Hey, hasta luego, encasillao». Así que de vez en cuando, para quitarme este curioso «San Benito», me gusta jugármela con mis famosas apuestas personales a través de las cuales me hago con la compra de un cómic del que apenas conozco nada, por el simple hecho de que me transmite buenas vibraciones echándole un rápido vistazo.

Y esto fue lo que hice hace unos días en mi última visita a la tienda con esta novedad de Norma editorial que lleva por título Irredeemable. Una de las primeras cosas que me atrajo fue ver el nombre de Mark Waid en la portada, guionista al que tengo en buena estima por lecturas tales como su etapa en los 4F o su más que recomendable Empire. A colación de este último título, hay que comentar que Waid vuelve a marcarse una historia en la que el protagonista es un villano un poco cabronazo (supongo que por eso me llamó tanto la atención este cómic cuando leí el resumen de la contraportada, pues este tío sí que sabe caracterizar a personajes aviesos).

EL EQUIPO A

Todo el que fuera un tierno mozalbete, achuchable y mofletudo, durante la década de los 80, recordará aquellas tardes de los sábados en las que a eso de las 20:00h siempre ponían alguna serie chula en Tve1 (los buenos tiempos de cuando sólo había dos canales y los chavales aún jugaban en la calle sin quemar papeleras ni patear cubos de basura). De aquella época datan series como Macgyver, la magnífica «V» y toda su parafernalia de las pegatinas de la Teleindiscreta, y por supuesto El Equipo A. En mi barrio concretamente había una desbandada total de la muchachada cada vez que iba a empezar la serie, bajo la frase de: «Me subo a casa que va a empezar el episodio» (hoy en día con internet esa frase ya sólo está en boca de las marujonas enganchadas a los dramones telenoveleros).

Así que supongo que todo aquel que por entonces disfrutara con la serie, se la habrá jugado con el visionado de esta película para ver cómo estaban recreados estos míticos personajes de antaño (yo al menos esperaba que hubieran solucionado por fin aquel pequeño detalle de la serie en la que cada vez que Hannibal recibía un puñetazo, se veía a un tío con un pelucón blanco y con las patillas despegadas).

CALL OF DUTY BLACK OPS

Ya comenté en otro post que desde que descubrí nuevos horizontes en la compra de videojuegos en la páginas de U.K, un servidor ya no se deja los cuartos de forma «jaimitesca» comprándolos en nuestro bonito país (pues casi hay que prostituirse para comprar un juego nuevo, no me jodas). Sin embargo toda regla tiene su excepción, y la mía en esta premisa que acabo de comentar tiene lugar en el mes de noviembre. Es el único mes del año en el que voy al FNAC a comprarme un juego y dejarme 70 eurazos del ala. Y es que amigos míos, noviembre es el mes de Call of Duty. Como casualmente es también el mes de mi cumpleaños, cuando me preguntan que qué quiero de regalo yo pongo ojines de gato de Shrek y digo que quiero Call of Duty (me suelen preguntar que qué es eso, y yo suelo decir «Tú dame el dinero, que yo ya sabré…, ya»).

Así que el mismo día de principios de mes que el juego se puso a la venta, salí del curreles cual torete que salta a la plaza de Las Ventas y me hice con esta pequeña joya que hace que siempre resalte un pequeño halo(3) de luz en mis ojos cuando hablo de él.

PREDATORS

Supongo que todo aquel que viera en su momento la primera película de Depredador allá por el año 1987, sobre todo si se era aún un tierno mozalbete, quedaría impactado con lo bueno que era ese film por esa tremenda mezcla de terror, acción y ciencia-ficción. Así que cuando estrenaron esta película a la que dedico mi post de hoy me llamó la atención por saber cómo continuaban la saga (que por cierto, no sé porqué no le han puesto en el cartel el título de Depredador 3 sin caérseles los anillos).

El caso es que desde casi los primeros compases del film, uno no puede evitar pensar que le van a contar la misma historia que ya se pudo ver en la primera parte, solo que peor hecha y con personajes menos carismáticos. A este respecto merece la pena comentar la elección del bueno de Adrien Brody como protagonista, del que no pongo en duda sus buenas cualidades como actor, pero sin sacarle de papeles dramáticos (como, por ejemplo, el que hizo en El Pianista).

X-MEN ORIGINS: WOLVERINE

A lo mejor es que con los años me he vuelto menos selecto y más permisivo, pero yo soy uno de esos a los que la peli de Lobezno no le pareció tan bodrio como la pintan muchos. Y es que creo recordar que ya comenté una vez que desde hace ya tiempo he dejado de ser crítico con las adaptaciones que se hacen del noveno arte a la gran pantalla, porque el tapiz hollywoodiense es «muy suyo», y no entra dentro de sus planes responder a las exigencias ni colmar las expectativas de los frikazos (esa es una realidad que hay que afrontar para evitar decepciones).

Bueno a ver, que me pongo a divagar y me desvío del tema del blog. Hoy me gustaría hablar de este juego que me tuvo bastante viciado en su día, y que a ver si retomo para terminarlo porque me quedé a las puertas del final. Por regla general, la «alianza» Marvel-Activision suele traer videojuegos bastante decentes, y tengo que reconocer que el del bueno de Logan (basado en su película), lo es.

DESDE PARÍS CON AMOR

Desde que Tarantino recuperó al bueno de Travolta para el mundo del cine hacia mitad de los años 90, un servidor siempre ha sido un ferviente seguidor de las pelis en las éste que ha participado. Sobre todo me encanta verle en esos papeles de malote como los que se marca en Broken Arrow, Operación Sworfish, la magnífica Cara a Cara o Asalto al Tren Pelham 1,2,3, étc… Así que cuando estrenaron esta película titulada Desde París con Amor no podía dejar pasar la oportunidad de volver a ver al bueno de John en uno de sus habituales papeles de tipo duro.

Hay que decir que esta vez no le veremos como el villano de turno, sino que se meterá en la piel de un veterano agente de la CIA acostumbrado a utilizar métodos poco convencionales en sus misiones. Junto a su compañero James Reece, un empleado de la embajada norteamericana, se verán envueltos en una espiral de violencia para desbaratar un complot terrorista.

THE LIGHT

Como hace varios días que no posteo sobre cómics, hoy me gustaría dedicar unas palabrejas a una miniserie que aunque no he tenido el gusto de leer, me ha resultado curiosa por las reseñas que he visto sobre ella (así que espero poder leerla si se dignan a publicarla por estos lares algún día). Se trata de un nuevo relato en plan apocalíptico sobre cómo la humanidad se va a la mierda, esta vez por culpa de algo tan simple como la luz eléctrica. En este caso concreto la luz transmite una extraña infección que hace que todo aquel que la mire se consuma en llamas al instante.
Resulta curiosa la forma en la que se «da la vuelta a la tortilla» con este argumento, pues en este tipo de historias en plan fin del mundo la luz suele ser siempre sinónimo de salvación y esperanza mientras que la oscuridad suele representar la inseguridad y el caos. Sin embargo, en este caso concreto, todo lo que emita algún tipo de luz eléctrica es representativo de tener que rehuirlo si uno no quiere acabar hecho cenizas (esto tira por tierra toda mi teoría de cuando jugué al Alan Wake en la Xbox de que siempre hay que correr hacia la luz).

LAST OF THE LIVING

La verdad es que con eso de que los zombies vuelven a estar de moda tanto en los cómics como en los videojuegos, he entrado en una dinámica en la que peli de zombies que cae en mis manos, peli que me meto entre pecho y espalda sin despeinarme. Así que este fin de semana me la jugué con otra de mis peculiares sesiones de última hora del sábado tarde y me vi esta frikada que tenía por ahí pendiente desde hace unos meses. Y es que desde que vi esa maravilla que es Zombies Party, tengo cierta predilección por las pelis que tratan de mezclar comedia con el subgénero zombie. Pero lo cierto es que aquella película dejó el listón bastante alto para los films que abordan esa mencionada mezcolanza, y Last of the Living está a muchos años luz del título protagonizado por el bueno de Simon Pegg. Pero lo curioso de esta peli a la que dedico la reseña es que dentro de lo mala que es, (porque es mala de cojones) al final uno acaba cogiendo cariño a esa panda de «taraos» que la protagonizan, y además la historia del film no acaba desagradando tanto como uno se podría esperar desde los primeros compases.

WANTED: WEAPONS OF FATE

Hace ya un par de añazos comenté en un post la peli basada en el cómic de Millar en el que ya vaticinaba que no las tenía todas conmigo a la hora de pensar que el film colmaría mis expectativas. El caso es que con el juego me ha pasado algo parecido, pues en los vídeos de gameplays que veía por la red me daba la sensación de que iba a tratarse de un shooter en 3ª persona bastante entretenido, pero tengo que reconocer (tras haber jugado un buen puñado de fases) que el juego no llega a enganchar del todo y se hace demasiado repetitivo. Y es que una vez más se cumple la tradición que dice que los juegos basados en pelis suelen ser algo flojeras y reguleros, y que se hacen más que nada para aprovechar el tirón con un producto de no demasiada calidad pero que sirve para «hacer caja»(casi la misma sensación que me dejó el de Terminator: salvation). Lo que sí que hay que decir en su favor es que el juego es absolutamente fiel a la peli, pues es algo así como una continuación del film, donde guiaremos al joven Wesley en una aventura en la que conoceremos la verdad sobre su madre, además de ofrecernos algo más de conocimiento sobre la vida de Cross (su padre) y de su propio pasado.

28 DÍAS DESPUÉS: LONDON CALLING

Los más ancianos del lugar recordarán que hace ya tiempo dediqué en mi blog un post a la película de 28 semanas después, en el que aludía al magnífico arranque que tiene este film como una de las mejores escenas de tensión que un servidor ha visto en mucho tiempo. Así que como me declaro como un ferviente seguidor de estas películas, no dudé en hacerme hace unos días con este tomo que ha publicado recientemente Planeta DeAgostini, que ahonda en algunos de los personajes de esta saga. Lo primero que hay que decir es que el cómic se encuadra argumentalmente entre ambas películas, con una historia que se centra en una de los supervivientes de la primera parte (la guapa Selena). Todo empieza cuando un grupo de reporteros de guerra deciden embarcarse en un viaje hasta el foco principal de la infección (Londres) con la intención de dar a conocer al mundo lo que realmente está ocurriendo allí. Para ello necesitan la guía de alguien que conozca bien el terreno y que tenga experiencia previa en toda clase de amenazas que se puedan encontrar en ese lugar.