Al leer eso de Battlefields, los más viciaos pensarán que vamos a dedicar unas bonitas palabrejas al juego ese que está plagado de putos campers que te vuelan la cabeza cuando vas andando ahí tan tranquilito. Por su parte, los que hayáis visto eso de las brujas de la noche pensaréis que vamos a hablar sobre suegras que se maquillan un poco y salen por ahí a arrasar a la caza y captura de algún pobre muchachuelo al que poder engatusar cosa mala.
Pues ni una cosa ni la otra, mis queridísimos amigos, pues el Battlefields: Las brujas de la noche al cual nos vamos a referir en la reseña de hoy no es otro que cierta novedad comiquera que sacó a la venta la muchachada de Aleta Ediciones hace unas semanas y con la que me hice por la simple razón de que está guionizada por ese crack llamado Garth Ennis. Y si a esto le unimos también el hecho de que todo lo que está ambientado en la Segunda Guerra Mundial me llama más la atención que una moza con leggings ‘mu apretaos’, no hace falta ser el puto Sherlock Holmes para saber que este tomo ha entrado a engrosar las filas de mi bonita y flamante comicteca…
Todo el que conozca un poco la trayectoria del antes mencionado guionista irlandés será sabedor de que el bueno de Ennis se mueve como pez en el agua en este tipo de argumentos de género bélico, donde realmente se maneja a gusto a la hora de expresar las barrabasadas y burradas varias a las que es tan afín de plasmar en sus cómics. Y es que, sin duda alguna, la Segunda Guerra Mundial fue un momento de la historia en el que el desprecio por la vida humana estaba en su máximo apogeo y ni que decir tiene que este tomo esa idea estará bastante patente a lo largo de todas sus páginas.
De esta forma, este cómic se ambienta allá por finales del verano de 1942, en un momento de la historia en el que el ejército alemán se adentraba violentamente en la Rusia soviética y los defensores de la Madre Patria se retiraban en desbandada. Será por aquel entonces cuando un nuevo escuadrón de bombarderos llega a un puesto avanzado aéreo situado en Rusia, cuyos pilotos no son otros que el 599 Regimiento de Bombarderos Nocturnos, formado por mujeres que pilotaban unos endebles biplanos de madera para llevar a cabo letales misiones nocturnas sobrevolando las líneas alemanas y causando grandes estragos en las filas del enemigo. Este Regimiento se convertirá en una leyenda entre aliados y enemigos por igual, conocido como las Brujas de la Noche.
Ni que decir tiene que esta historia que nos cuenta Ennis está basada en hechos reales (recreada en todo momento con su sempiterno estilo característico), pues este Regimiento existió como tal, y resulta curioso el hecho de ver cómo a pesar de los ruidosos motores de sus aviones consiguieron elaborar toda una estrategia para evitar esa contingencia y poder sorprender al enemigo sin que se dieran cuenta hasta que las bombas ya estaban cayendo sobre ellos. Se trataba, sin duda alguna, de una elaborada táctica con la que coseguían mermar la moral de los nazis, que unida al hambre, al frío y al hecho de que su Führer les mandara a perder la vida por ahí a tomar por culo a miles de kilómetros de sus hogares, es de suponer que ya la tuvieran bastante baja de por sí.
Insisto una vez más en la idea de que siendo un cómic de Garth Ennis y plasmando la temática que trata (la feroz lucha entre alemanes y soviéticos), el comic rezuma violencia por los cuatro costados, siendo partícipes también de los enormes odios que existen en cualquier guerra y de las atrocidades cometidas por los nazis si una de estas mujeres tenía la mala suerte de ser capturada viva. Incluso resulta curioso también el hecho de ver a lo largo de las páginas cómo el recelo y reticencia de los propios pilotos soviéticos fue tornándose en respeto hacia esas mujeres debido a su valor y arrojo.
En definitiva, Battlefields: Las brujas de la noche es un tomo muy recomendable para cualquier fan del género bélico, pues permite conocer (con un estilo muy «made in Ennis») la tremenda labor de este grupo de mujeres piloto para defender a su país de aquel ejército invasor. Por supuesto no faltarán los momentos crudos y amargos con los que este guionista nos deja muy claro que en una guerra entre enemigos tan encarnizados no hay lugar para la compasión. Así que si lo ves en tu tienda juégatela y dalo una oportunidad, coñe…