Si algo bueno nos dejó este 2024 que ya se ha ido a tomar por culo fue la publicación por parte de la editorial Moztros del llamado Universo Energon. Y mira que al principio cuando lo vi anunciado no me llamó demasiado la atención, pero tras ir escuchando las primeras críticas de gente que lo había empezado a leer decidí darlo una oportunidad y me pillé el tomo de Void Rivals (donde todo este meollo daba comienzo de la mano de Robert Kirkman) y el posterior tomo de Transformers (el hecho de que estuviera de por medio el bueno de Daniel Warren Jonhson tuvo bastante que ver en que me decidiera a meterme de cabeza en todo este gran «sarao», porque me mola mucho ese autor…
Y fue en ese mencionado primer tomo de los Transformers donde vimos aparecer por primera vez, en una especie de cameo, a este personaje que nos ocupa en la reseña de hoy (el gran Duke), donde se topaba por primera vez con unos de esos extraños seres robóticos alienígenas y salía con vida para poder contarlo por los pelos. Y precisamente, debido a ciertos daños colaterales que ocurrieron en ese encontronazo, el bueno de Duke ha jurado tratar de averiguar qué coño era ese robot que se transformó delante de sus narices dejándolo ojiplático, a pesar de que nadie cree que eso que cuenta sea verdad. Y ciertamente me gusta la forma en la que se está presentando todo este Universo Energon muy en la línea del UCM de Marvel, pues primero vamos a ir conociendo a los principales protagonistas de manera individual para luego juntar todo este meollo de los Transformers con los G.I.Joe, lo cual me hace salivar como el perro de Pavlov, pues si estos números que sirven de presentación para los principales protagonistas tienen ya este nivelazo, cuando se junten todos esto puede ser la polla. Tras haber leído todo lo que se ha publicado de momento de este nuevo Universo he de decir que me está molando un huevo y es una de las mejores colecciones que me hago actualmente. Me puto flipa este Universo Energon, pues a parte de ser pura nostalgia ochentera esto está cojonudo y muy bien hecho, señores…