Como ya sabéis, la gran mayoría de nuestros colaboradores han salido de narco-salas, cárceles y hospitales psiquiátricos. Y precisamente de este último lugar es de donde proviene la persona que nos ha dado el chivatazo de la noticia que os traemos hoy, un muchacho del que os diremos (a modo de curiosidad gilipollesca) que una vez le pillamos hablando con sus playeras y cuando le preguntamos que qué coño estaba haciendo nos respondió: «¡Es que como en la caja ponía Converse!». El caso es que tras darle su medicación nos hemos puesto a escribir el comentado notición que nos ha traído este buen mozo…
Camino a la Perdición
Sí bueno, para camino a la perdición el de muchos calzonazos que se dejan enganchar por una lagartona que les saca los cuartos y se dejan engatusar hasta que acaban por poner el piso a su nombre. Así que a todos aquellos que me critican mazo diciéndome que mis posts no son didácticos y que no se aprende nada con ellos que tomen nota de esto, pues desde aquí hago una advertencia a los putos pardillos del planeta para que tengan cuidado con esas gachises.
Y tras esta tremenda catarsis voy a adentrarme ya en este reseña de un cómic que fue publicado por estos lares hace ya la tira de años gracias a la muchachada de Dolmen Ediciones. Seguramente a muchos de vosotros os sonará por el simple hecho de haber visto el famoso film protagonizado por Tom Hanks, ¿pero a que no sabías que estaba basado en un cómic?. Pues sí muchachos, y como el otro día me topé con él en mi comicteca y me dio por volver a leerlo, me he lanzado a hacer esta reseña para cantar a los cuatro vientos que si la peli mola el cómic está todavía más chulo. Vamos a verlo…
Vuelve Miracleman
Hay un chaval de aquí del barrio, bastante poco agraciado el pobre, que una vez paró el buga para recoger a la chica de la curva y ésta le dijo acojonada: «¡Uy gracias, no es necesario. Ya si eso viene mi padre a recogerme!». A pesar de todo este mozo nos da a veces chivatazos sobre inquietantes noticias del noveno arte y esta vez nos ha pedido que si podíamos dedicar unas palabras a cierta novedad comiquera que ha sacado a la venta la muchachada de la editorial Panini hace unos pocos días y que hará las declicias de todos aquellos que sean fans de cierto personaje con mucha solera…
World War Wolves promete mazo
Ni que decir tiene que a la muchachada de este blog nos van mazo las lobas (sobre todo las que se frotan en la primera cita), pero también estamos al tanto de noticias o rumores que tienen a los hombres lobo como protagonistas. Y bien es cierto que este cómic titulado World War Wolves nos ha llamado la atención, no sólo por ese imagen de la portada de un menda que nos recuerda a nosotros cuando vamos borrachos y nos vamos abrazando por todas las farolas que pillamos, sino también porque nos trae un argumento que promete bastante para cualquier seguidor del noveno arte. Vamos a verlo…
Los Nuevos Vengadores: Sin poderes
Igual que muchos tienen su vicio con los porros y las pilulas, otros con la porno del canal plus y otros tantos con los Donettes y los Dupis de ofertacas del Lidl de su barrio, yo he de reconocer que mi gran debilidad (aparte de un patadón bien dado en los huevos) son los tomos Marvel Deluxe. Y es que ya he comentado en anteriores ocasiones mi devoción por ellos, hasta el punto de que antes de leerlos casi me dan ganas de echarme un par de gotas de Varón Dandy.
Y mi última adquisición ha sido este tomaco que sigue recopilando las andanzas de Los Nuevos Vengadores durante la sombría etapa de Reinado Oscuro, en la cual este grupo de superhéroes quedaron relegados al papel de proscritos y eran perseguidos y acosados por las autoridades para llevarlos ante la justicia. Y sí chavales, yo ya me hice con este materialazo en su día cuando fue publicado en grapa, así que podéis llamarme tío ansias, tío loco o puto enfermo, pero sigo insistiendo una vez más en el hecho de que los tomos de Marvel Deluxe son lo más grande (sobre todo por lo bonito que quedan los jodíos ahí en las estanterías puestecitos en fila)…
Si aún no has leído ‘Superman: Brainiac’…
Cada vez que quiero tocar un poco los cojones a nuestro querido redactor Kiko, cojo y me presento en su casa llevando una peli del Supes bajo el brazo (el tío empieza ahí a cagarse en mis muertos y a decirme que Superman se la suda, pero al final siempre consigo que acabe viéndola). Así que con lo poco que le gusta este personaje supongo que este muchacho rabiará cuando vea este bonito post con el que me gustaría dedicar unas palabrejas a cierta novedad comiquera que ha sacado a la venta en este mes de julio la muchachada de ECC Ediciones para deleite de los que sí son fans del personaje…
Capitán Midnight: A la fuga
Si alguna personita me hubiera mencionado el nombre del Capitán Midnight antes de haber degustado este cómic seguramente hubiera pensado que se estaban refiriendo a un colega mío que cada vez que llegan las doce de la noche del viernes agarra el petate y se pira a su casa. Al principio pensábamos que lo hacía por algún voto a la Virgen, o porque trabajaba de striper o de alguna movida así, pero qué va, pues poco tiempo después descubrimos que el cabrón se iba a ver la NBA y nos quedamos piruletas.
Pero el Capitán Midnight al cual nos referimos en la reseña de hoy no tiene nada que ver con este colega, sino con cierta novedad comiquera que ha sacado a la venta la insigne muchachada de Aleta Ediciones hace unas pocas semanas y nuevamente en un gran alarde supino de echarle huevazos me la pillé por el simple hecho de verla allí en la tienda, darle un rápido vistazo por encima, dejarme muy buenas vibraciones y ponérmela debajo de la sobaquera junto con el resto de compras comiqueras chulas de aquel día para degustarla en casita como un campeón…
Sabueso: Psicología de puños de acero
Sí bueno, para sabueso un colega mío, que cada vez que llegamos a un sitio empieza como a olisquear el ambiente a ver dónde están las chavalas y cuando las localiza se acopla el tío por esa zona con una gracejo natural del copón. Pero vamos, que esto más que ser un sabueso podríamos definirlo más bien como ser un huele-bragas de la ostia, pero como el chaval es feliz haciendo esto nosotros le dejamos explayarse (que no se diga que somos unos rancios).
Pero el sabueso del que vamos a hablar hoy no es este coleguita sino de cierta novedad comiquera que ha sacado recientemente a la venta la muchachada de Aleta Ediciones. He de confesar que es un cómic del que yo personalmente no tenía ni zorra de su existencia hasta que lo vi allí en la tienda, lo eché un vistazo por encima (como el que hojea un catálogo de Victoria’a Secret), me dio buenas vibraciones y me lo pillé. Además que en su contraportada venía avalado por las buenísimas críticas del gran Warren Ellis y de Kurt Busiek, y al contrario que a los políticos, lo que dicen estos dos para mí va a misa…
Doomsday promete mazo
A poco friki mierdero del noveno arte que seas y te mencionen ahí a sangre fría el nombre de Doomsday seguramente lo primero que te vendrá al cabezón será el bestia aquel que pegó tal cantidad de ostias a Superman que no había orquesta en el mundo capaz de seguir el ritmo de todo lo que «bailó» ese pobre hombre en su día. Cuando yo escuché por primera vez el título de este cómic también fue lo primero que me vino a la cabeza, pero luego mirando su portada me pispé que se trata de una muy inquietante novedad comiquera que acaba de sacar a la venta la muchachada de Yermo Ediciones y que promete mazo…
Siete Ladrones
Por el titulillo del post seguramente muchos estaréis pensando que hoy vamos a hablar sobre politicastros, banqueros, ricachones varios o incluso de hasta la creme de la creme de chorizacos de este puto país, entre los que bien podríamos destacar a toda esa gran pléyade de pedazo de cracks archiconocidos por sus manos tan sumamente largas: el Dioni, Roldán, el Lute, Del Nido, el Vaquilla, Undargarín o hasta Julián Muñoz y la Pantoja (vaya fauna, no me jodas)…
Pero no amiguitos, gracias a los dioses hoy no vamos a hablar sobre estos perlas, sino sobre un cómic que tenía por ahí perdido en mi comicteca desde que me hice con él allá por el año 2008 (muchos de vosotros no habíais ni nacido) y se quedó el pobrecillo en un estante durmiendo el sueño de los justos hasta que el otro día casualmente me topé con él y me dije: «¿Y tú qué cojones hacías aquí escondido, picarón?». Así que con un enorme temple me pillé un zumito fresquito (que en verano hay que cuidarse), me senté como un campeón sin dar guerra ni nada y me dispuse a degustarlo como se merecía…