No sé si a vosotros también os pasará como a mí, que entre la amplia amalgama de cómics que entran mensualmente en casa hay alguno que se queda ahí sin leer. Y esto es precisamente lo que me ha ocurrido con este tomo publicado por Norma editorial allá por el 2007, que según entró en casa en su día se quedó ahí durmiendo el sueño de los justos. El caso es que hoy, buscando cosillas para leer en la sobremesa, me he topado con él y me he dicho: «Ondia, pero si esto lleva aquí añazos y aún no lo he leído».
Así que me he sentado ahí tranquilito a hacer la digestión mientras degustaba como se merece este cómic protagonizado por Warblade (el Lobezno de Wildstorm). Y la verdad es que tengo que decir que no está nada mal el encontrarte un tomo que tenías por ahí olvidado y que te sorprenda gratamente (como me ocurrió en su día con este otro de La Cosa). Los que hayan leído algún número de los Wildcats, serán sabedores de que Warblade es uno de los baluartes de ese grupo.