MASACRE: EL MERCENARIO ZOMBIE 2

Hace unos días por fin pude deleitarme mis ojines con la conclusión de las andanzas del mercenario más bocazas, leyendo esta historia que le ha llevado desde la Tierra Salvaje a la horrenda dimensión de los Marvel Zombies. Cuando reseñé el tomo anterior en su día, ya comenté que se trata de un argumento divertido y «paranoiesco», con ciertos momentos que arrancan, o al menos esbozan, una sonrijuela en el lector.

Lo primero que hay que decir es que este segundo tomo pone colofón a la historia, manteniendo esa misma línea pseudo-bufonesca del anterior. De hecho veremos cómo todos los principales protagonistas (es decir, el bueno de Wade Wilson, su cabeza zombie homóloga de otra dimensión, la guapa bióloga y el agente tontaco de I.MA.) acabarán todos ellos metidos en esa mencionada dimensión de los Marvel Zombies tratando de no acabar siendo la merendola de los hambrientos habitantes de ese lugar.

VIVIR CON LOS MUERTOS

No hace falta tener afán detectivesco para ser sabedor de que hoy por hoy los zombies vuelven a estar de moda tanto en cómics, series y videojuegos (cualquier día ya hasta pegas un patadón a un pedrolo y te sale un zombie). Entre esta amalgama proliferante de productos de seres zombificados hay ciertas cosillas que despuntan un gran nivel y otras cosillas que están ahí de relleno o de paquete, incluso yo diría más de paquete que Benzema en el Real Madrid. Este es el caso del cómic que nos ocupa en la reseña de hoy, del que salta a la vista que está hecho para aprovechar el tirón que esos seres putrefactos causan actualmente.

Y es que Vivir con los muertos es uno de esos tomos que contienen una historia trivial e intrascendente de las que cuando llegas a la última página lo dejas en la estantería condenado a dormir el sueño de los justos. A ver muchachada, tampoco estoy diciendo que esto sea un bodrio infumable de esos que te deja tiritando el neuronaje, sino que me refiero simplemente a que si decides no jugártela tampoco te estás perdiendo nada de lo que se vaya a hablar en los foros del mundo durante generaciones.

IRREDEEMABLE

Soy consciente de que hoy por hoy estoy muy encasillado en la lectura de cómics de Marvel, hasta el punto de que cualquier día la gente me señalará con el dedo por la calle y me dirá: «Hey, hasta luego, encasillao». Así que de vez en cuando, para quitarme este curioso «San Benito», me gusta jugármela con mis famosas apuestas personales a través de las cuales me hago con la compra de un cómic del que apenas conozco nada, por el simple hecho de que me transmite buenas vibraciones echándole un rápido vistazo.

Y esto fue lo que hice hace unos días en mi última visita a la tienda con esta novedad de Norma editorial que lleva por título Irredeemable. Una de las primeras cosas que me atrajo fue ver el nombre de Mark Waid en la portada, guionista al que tengo en buena estima por lecturas tales como su etapa en los 4F o su más que recomendable Empire. A colación de este último título, hay que comentar que Waid vuelve a marcarse una historia en la que el protagonista es un villano un poco cabronazo (supongo que por eso me llamó tanto la atención este cómic cuando leí el resumen de la contraportada, pues este tío sí que sabe caracterizar a personajes aviesos).

THE LIGHT

Como hace varios días que no posteo sobre cómics, hoy me gustaría dedicar unas palabrejas a una miniserie que aunque no he tenido el gusto de leer, me ha resultado curiosa por las reseñas que he visto sobre ella (así que espero poder leerla si se dignan a publicarla por estos lares algún día). Se trata de un nuevo relato en plan apocalíptico sobre cómo la humanidad se va a la mierda, esta vez por culpa de algo tan simple como la luz eléctrica. En este caso concreto la luz transmite una extraña infección que hace que todo aquel que la mire se consuma en llamas al instante.
Resulta curiosa la forma en la que se «da la vuelta a la tortilla» con este argumento, pues en este tipo de historias en plan fin del mundo la luz suele ser siempre sinónimo de salvación y esperanza mientras que la oscuridad suele representar la inseguridad y el caos. Sin embargo, en este caso concreto, todo lo que emita algún tipo de luz eléctrica es representativo de tener que rehuirlo si uno no quiere acabar hecho cenizas (esto tira por tierra toda mi teoría de cuando jugué al Alan Wake en la Xbox de que siempre hay que correr hacia la luz).

28 DÍAS DESPUÉS: LONDON CALLING

Los más ancianos del lugar recordarán que hace ya tiempo dediqué en mi blog un post a la película de 28 semanas después, en el que aludía al magnífico arranque que tiene este film como una de las mejores escenas de tensión que un servidor ha visto en mucho tiempo. Así que como me declaro como un ferviente seguidor de estas películas, no dudé en hacerme hace unos días con este tomo que ha publicado recientemente Planeta DeAgostini, que ahonda en algunos de los personajes de esta saga. Lo primero que hay que decir es que el cómic se encuadra argumentalmente entre ambas películas, con una historia que se centra en una de los supervivientes de la primera parte (la guapa Selena). Todo empieza cuando un grupo de reporteros de guerra deciden embarcarse en un viaje hasta el foco principal de la infección (Londres) con la intención de dar a conocer al mundo lo que realmente está ocurriendo allí. Para ello necesitan la guía de alguien que conozca bien el terreno y que tenga experiencia previa en toda clase de amenazas que se puedan encontrar en ese lugar.

PUNISHER: BIENVENIDO AL BAYOU

La verdad es que desde que el bueno de Garth Ennis dejó de escribir sus peculiares guiones para esta colección, un servidor no había seguido de forma muy apasionada los tomos posteriores a la marcha de éste. Bien es cierto que ha habido historias bastantes pasables y decentes, pero es que a mí personalmente me gusta la impronta que el insigne irlandés deja en sus cómics. Así que este mes me compré el tomo 13 de Punisher de la línea editorial MAX sin esperarme de él gran cosa. El caso es que tengo que reconocer que la historia que firma el guionista Victor Gischler me ha sorprendido de una forma más que grata. Se nota que este tío es un prolífico escritor de novela negra, porque aquí se marca una historia que, sin ser nada que no se haya visto ya, se lee de una forma que te mantiene enganchado hasta el final. Y es que el guión se puede asemejar al de películas como Km 666, La Matanza de Texas, Wolf Creek o La Casa de los 1000 Cadáveres, pues en él se recurre al cliché de esos films de un paraje perdido en el culo del mundo (en este caso una estación de servicio perdida en el borde de los pantanos de Lousiana), donde se encuentra oculto un mundo de horror indescriptible.

MARVEL ZOMBIES 5: EL REGRESO

Ya hablé hace poco en este post de hace unas semanas sobre los Marvel Zombies, una curiosa versión zombificada de los personajes de la Casa de las Ideas. Hay que reconocer que la originalidad de todo esto radicaba en los números de Ultimate 4F guionizados por Mark Millar, en los que era bastante inquietante ver esa dimensión alternativa habitada por las versiones zombies de los superhéroes más conocidos de Marvel. Hay que reconocer también que el resto de tomos que han ido saliendo son para aprovechar el tirón que supuso toda esta idea, pero la verdad es que, para mi humilde gusto, se dejan leer si no esperas de ellos mayor pretensión que la de ser partícipe de esta inquietante versión de estos personajes Así que en esta nueva entrega volvemos a retomar a los personajes principales de los números escritos por Robert Kirkman, en la que se desvelará la respuesta a la pregunta de qué fue de Spiderman, Power Man, el Hombre Gigante y Lobezno después de todo lo visto en Marvel Zombies: Civil War, y hasta dónde fueron teletransportados y, mejor aún, hasta qué época.

SAM & TWITCH: EL CASO JOHN DOE

Sobre Sam & Twitch ya hablé hace unas cuantas semanas en este post, en el que me refería a ellos como dos entrañables personajes que aunque empezaron como secundarios en la serie de Spawn, poco a poco se fueron ganando la simpatía de los lectores y empezaron a protagonizar su serie propia. El caso es que ayer buscando por uno de mis armaritos repletos de cómics me encontré un tomo que llevé encuadernar hace ya tiempo, donde tengo todos los números publicados en grapa de la colección de estos dos curiosos personajes. Echándole un vistazo por encima me percaté de que en su día me faltó por leer la saga titulada «El caso John Doe», por lo que aproveché que tenía el tomo en mis manos para sentarme y leerla tranquilamente. Lo primero que hay que decir es que el guionista de estos números ya no es Michael Bendis (que fue quien hizo grandes a estos personajes), sino Todd McFarlane, al que hay que catalogar como uno de los principales responsables de terminar por «matar» la serie debido a la caótica regularidad con la que era publicada.

UN CÓMIC MUY DIVERTIDO

Ya comenté en un post de hace tiempo que hace unos pocos añitos me hice con una serie de tomos retapados que puso a la venta Ediciones Forum, unos meses antes de perder los derechos de publicación de Marvel en España en favor de la editorial Panini. Eran tomos tirados de precios que recogían cada uno de ellos cinco números de colecciones de distintos personajes Marvel. De esta forma, me hice con varios tomos de la colección de Masacre, que fue publicada por estos lares allá por el año 1998 (la etapa guionizada por Joe Kelly). El caso es que el otro día me dio por releerla y tengo que decir que hubo un número que me hizo disfrutar de lo lindo y partirme el ojete cosa mala, concretamente el correspondiente al nº 12 de la edición de nuestro país. Todo arranca con un enfrentamiento entre el bueno de Masacre con un grupo conocido como Los Vengadores de los Grandes Lagos, que se salda con el resultado de que el mercenario bocazas y la ciega Al (una vieja amiga de Masacre) se vean absorbidos por un vórtice temporal que les hace viajar al pasado y caer de boca sobre la pobre tía May.

THOR: VIKINGOS

Hoy me gustaría hablar de este tomo que me releí el otro día y la verdad es que hay que reconocer que se trata de otra paranoia más del guionista Garth Ennis. Ya he comentado en algún que otro post de mi blog que Ennis odia a los personajes superheroicos y aprovecha cualquier ocasión para ridiculizarlos con historias violentas y repletas de humor negro (tal y como ha hecho con personajes como Spidey, Daredevil, Lobezno, étc…). Pues bien, esta vez le toca al bueno de Thor, en una historia que se encuadra dentro del sello MAX de Marvel, que como es bien sabido se trata de una línea editorial en la que sus autores tienen total libertad a la hora de poner todo tipo de escenas violentas o palabras malsonantes. De esta forma, nos vamos a encontrar una gamberrada más de Ennis en toda regla, que narra la llegada a la ciudad de Nueva York de un barco tripulado por piratas vikingos zombificados que llevan un milenio navegando sin rumbo desde que fueran víctimas de una maldición.