De vez en cuando me gusta dedicar alguna de mis parrafadas a viejas colecciones que leí hace tiempo. El otro día me acordé de este título, que fue una de las primeras colecciones que me pillé cuando pasé de simple lector de comics a coleccionista acérrimo allá por el año 1999 (desde ese año tengo todos los comics que me he ido comprando conservados como nuevos y en perfecto estado, por eso siempre hablo de ese año como en el que verdaderamente me metí de lleno en este mundillo). Lo primero que hay que decir de ella es que formaba parte del sello editorial Cliffhanger, perteneciente a Wildstorm en el que había artistazos como Humberto Ramos, el bueno de Joe Madureira (Battle Chasers) y Jeff Scott Campbell (Danger Girl). Esta serie de Crimson tiene como protagonista a Alex Elder, un adolescente que estaba de juerga una noche con unos amigos, que de pronto serán asaltados por un grupo de vampiros. Todos son masacrados, pero Alex consigue escapar tras ser mordido por la líder del grupo, lo que le convierte en vampiro.

Siempre tendemos a asociar la palabra superhéroes con comic americano, pero hay que decir que en nuestro país también se hacen de vez en cuando cositas dedicadas a esta temática. Y es que supongo que con los comics pasa algo muy parecido a lo que ocurre en el género cinematográfico, que cuando escuchamos que algo está realizado aquí en España solemos pensar que entonces será una «gena de Cartagena». El caso es que hace ya un tiempo vi anunciado por ahí este comic titulado «El Vecino«, realizado por dos autores españoles. Tengo que confesar que la primera vez que lo vi anunciado y supe que era un comic hecho aquí, no lo presté demasiada atención (sí, confieso que yo también me incluyo en ese grupito que no es demasiado fan de lo que se hace en este país en lo que a comics y cine se refiere). El caso es que poco a poco he ido leyendo muy buenas críticas sobre este comic que han hecho que verdaderamente despierten mi curiosidad.

En el anterior post hice mención al hecho de que me encantan las historias protagonizadas por los personajes de Marvel en las que podemos verlos en situaciones cotidianas de la vida normal (lejos de su papel de salvaguardas del orden y la justicia). El comic al que voy a hacer mención hoy no es otro que el nº 8 de la miniserie protagonizada por La Cosa, con guiones del siempre genial Dan Slott. Y es que antes de la Civil War de Marvel, cuando los héroes eran todos colegotas y se llevaban muy bien unos con otros, no faltaban esas timbas de poker en casa de alguno de ellos, donde se jugaban los cuartos con arte y salero. De esta forma, Dan Slott aprovecha ese concepto para marcarse con su desparpajo una historia en esta serie protagonizada por La Cosa, quien organiza una partidaza de poker en su casa. Por la portada se puede deducir que el comic tiene momentos muy divertidos, donde podremos ser partícipes del hecho de que algunos de estos personajes tienen un don muy especial para esto de las timbas.

Ya comenté en este post que hace unos días estuve echando un vistazo a un blog en el que hablaban de viejas historias del monstruo de rayos gamma, y hubo unas cuantas que me inquietaron bastante. Ésta en concreto que reseño yo ahora tiene como hilo conductor una de las enfermedades más temidas no sólo por sus efectos, sino también por el rechazo social que provoca el miedo a su contagio: el SIDA. En ese antes mencionado post del principio comentaba en su día que a mí personalmente me encantan las historias donde vemos a los héroes metidos en situaciones cotidianas de gente normal, pero igualmente son inquietantes estas historias en las que se ven afectados por la pérdida de algún ser querido por culpa de una enfermedad. Es curioso ver ese sentimiento de frustración que se causa en ellos cuando alguna enfermedad incurable se lleva a algún ser querido, sobre todo por el hecho de no poder usar sus fantásticos poderes en esa ocasión para ayudar a esa persona, lo cual les hace sentirse en cierto modo culpables.

Ayer por la tarde estuve echando un vistazo a los enlaces de mi blog, y en uno de ellos me llamó la atención una reseña sobre este comic que tiene ya sus añitos. La verdad es que no soy muy partidario de leer comics en formato digital (pues no me cansaré de repetir que para degustar un buen comic hay que sostenerlo en las manos, en el papel de toda la vida). Sin embargo, a veces internet puede ser my útil para encontrar fácilmente comics descatalogados o que tienen la tira de años. Así que como esa reseña picó mi curiosidad sobre este comic y me dejó con ganas de leerlo, no tardé en ponerme manos a la obra y me dispuse a buscarlo por la red. Y es que este comic viene a ser una de esas divertidas historias en las que vemos a algunos de estos héroes en un contexto en el que no estamos acostumbrados a verlos, y que en este caso concreto será una despedida de soltero (a mí personalmente me encantan este tipo de historias que de alguna forma humanizan a estos individuos superpoderosos, y donde podemos verlos cómo se desenvuelven en situaciones cotidianas).

Una de las lecturas de mis vacaciones de la semana pasada fueron los 6 primeros números de esta colección, que se encuadra dentro de la actual etapa de Reinado Oscuro (mañana por la tarde me haré con el nº7, pues toca visita a mi tienda de comics habitual). Como ya he comentado en muchas ocasiones en mi blog, si esta mencionada etapa de Reinado Oscuro se caracteriza por algo, principalmente es por el hecho de ver a un cabronazo como Norman Osborn encumbrado en el poder, pues a su cargo está la seguridad nacional del país. Entre una de sus muchas decisiones destaca la de haber formado un nuevo grupo de Vengadores, que aunque a priori se presentan ante los medios como los nuevos salvaguardas del orden, en realidad no son más que una especie de guardia pretoriana de Osborn, de los que se servirá para dominar el país a su antojo sin ningún tipo de oposición. A través de chantajes, picardías y engaños, el bueno de Osborn ha formado un grupo de intervención donde veremos a antiguos héroes de la alineación de vengatas anterior (tales como Ares o El Vigía), y a algún que otro tarado ex-Thunderbolts tales como Veneno, Bullseye o Karla Sofen, quienes han asumido la identidad de Spidey, Ojo de Halcón y Ms. Marvel respectivamente.

Ya comenté en el post dedicado al primer tomo de este título cómo poco a poco me he ido aficionando al comic europeo gracias a un tomo de Blueberry que me dio por comprarme un día (ya véis, un acérrimo del comic americano como yo comprando comic europeo y encima tipo western). Pues ese comic me sorprendió tan gratamente que gracias a él empecé a dar una oportunidad al comic de nuestro continente a través del catálogo de la línea editorial BD de Planeta DeAgostini. Y uno de los títulos que he descubierto en estos últimos años es Durango, que como ya expliqué hace tiempo, narra las andanzas de un jinete solitario cuya vida de trotamundos le lleva a ganarse la vida haciendo encargos por todo aquel que quiera alquilar sus servicios como tirador. Ya en el primer tomo vimos a Durango tener ciertos problemillas con la justicia, motivo por el cual en este siguiente tomo veremos cómo se ha puesto precio de 5000$ a su cabeza (por ello llevará tras él a todo tipo de cazarrecompensas).

Ya comenté en un post de hace ya tiempo que yo fui uno de los que no renegó del bueno de Spidey con toda aquella paranoia que se sacaron de la manga titulada Un nuevo día, que trajo como consecuencia un reseteo de años y años de continuidad de este personaje. En su día tuve mis dudas si continuar leyendo esta colección o no, pues la verdad es que fue una tomadura de pelo lo que nos hicieron a los lectores, pues no se puede borrar de esa forma tan ratonera años y años de evolución de un personaje para dejarlo casi como al principio del todo. Como ya digo, ignoré esa jugarreta de Marvel y seguí comprando la colección para ver si ese reseteo traía alguna historia que me sorprendiera gratamente. Pues bien, han tenido que pasar unos cuantos números desde que aconteció todo ese hecho comentado para encontrar por fin una historia inquietante del arácnido (una historia de las que de verdad enganchan). Se encuadra dentro de todo este marco que estamos viviendo ahora de Reinado Oscuro, donde vemos a un cabronazo como es Norman Osborn a cargo de la seguridad nacional (catapultado a esa posición de poder gracias a sus engaños y a sus manipulaciones).

Creo que hasta ahora no había hablado en mi blog sobre los Marvel Zombies, que como muchos sabréis es una ida de olla del copón, pero bastante curiosa de leer. Sin duda alguna, los números más interesantes son los dedicados por Mark Millar a esta saga cuando estaba a cargo de los guiones de Ultimate 4F, y el primer tomo de Marvel Zombies (el resto de tomos publicados es aprovechar el tirón de esa idea curiosa y original). Y tal idea no es otra que la existencia de una versión alternativa del Universo Marvel donde se ha extendido una plaga que ha convertido en zombies a casi la totalidad de héroes y villanos de esa dimensión. Como estos seres poderosos fueron los primeros en infectarse, no tardaron en devorar al resto de la población del planeta, razón por la cual necesitaron buscar otras dimensiones donde poder devorar todo lo que se cruzara en su camino. Una peculiaridad de estos seres es que no son zombies tradicionales al uso, sino que conservan bajo esa forma putrefacta su intelecto y sus poderes, aderezado por un ansia incansable de carne humana.

Puede que este título no sea ni de lejos lo mejor que se puede leer dentro de toda esta saga de Reinado Oscuro, pero tengo que decir que a mí personalmente me está sorprendiendo muy gratamente. No sé si alguien recuerda el post que dediqué hace ya unos años a los primeros números de esta colección, donde veíamos al cabronazo de Norman Osborn a cargo de un curioso elenco de convictos y criminales, cuya misión era dar caza a los héroes no acogidos al acta de registro tras la Civil War. Con el actual status quo que ha dejado este Reinado Oscuro vemos que Osborn ha ascendido en las altas esferas gracias a su arte para manipular y tergiversar, de forma que ahora es el encargado de velar por la seguridad del país (a través de la agencia gubernamental denominada H.A.M.M.E.R.). Hay que decir que de ese primer grupo de los Thunderbolts que dirigía anteriormente Osborn ya no queda ninguno en activo en este nuevo grupo, pues gran parte de ellos han pasado a formar parte de los llamados Vengadores Oscuros y el resto prefieren mantenerse alejados de la figura corrupta de Osborn.