El Infinito

Para muchos el infinito es el tiempo que se quedarían encerrados en la mansión Playboy, mientras que para otros se trata del número de hostias que darían a CR7 para quitarle esos arrebatos gilipollescos que le pegan de vez en cuando al chaval. Pero no amiguitos, el Infinito al que nosotros nos referimos en esta reseña es al cómic de Robert Kirkman, pues este buen mozo aparte de guionizar historietas de zombies como los ángeles también hace sus pinitos en otros menesteres (como por ejemplo la ciencia-ficción en este caso que nos ocupa)…

Pero para muchos lo que realmente os habrá llamado la atención de la portada es ver el nombre de Rob Liefeld, ese dibujante odiado por tantos frikis y cuyo estilo a muchos les resulta más potativo que el hecho de que te tiren un gapazo a la cara y descubras que es una flema verde. Sé que me expongo a mofa, afrenta y escarnio público, pero he de decir que cuando a este tío no se le pira la olla en las dimensiones y en las formas de sus personajes es un menda cuyo arte me agrada. Ale, ya lo he dicho (ya podéis empezar a ponerme verde como si no hubiera mañana)…

El Símbolo Arcano

Entramos en el museo. Allí, en una de sus habitaciones más oscuras, estaban los restos de un sumo sacerdote en un sarcófago, el no-muerto casi acaba conmigo (gracias a Michael Mcglen conseguimos salir con vida). En la tienda de regalos encontré un revólver del 38 y un libro de cultos inconfesables. Pasé por la oficina de seguridad mientras devoraba aquel libro y allí estaba un guardaespaldas llamado Tom “montaña” Murphy, que se unió a mí y a mi perro Duque. Todo parecía indicar que la cólera de Yig quería despertar en nuestro mundo. Junto a mi perro y al guardaespaldas entramos en el cementerio, encontré algunas reliquias, pero ante nuestros ojos se abrió un portal hacia Yuggoth.

Lunes molones: 2001 maniacos

Una semana más volvemos con esta sección de los lunes molones y es un placer anunciaros en primicia que desde que ya no jugamos al puto Fifa de los cojones hemos notado que ya no nos sale espuma por la boca en plan anuncio de esos de Vidal Sasson ni rabiamos como cerdas. Ahora nos hemos viciado con el modo cooperativo en pantalla partida del último Splinter Cell, aunque he de decir que al nunca bien ponderado Kiko con este juego también le tiembla la vena de la frente cuando yo me paso el sigilo por el ojete y me lío a pegar tiros a todo lo que se mueva en plan Don Juan Carlos cazando elefantes.

El caso es que para nuestra última jornada de lunes molón este chaval me tenía preparada una película que tras verla yo sólo puedo preguntarme quién coño es la persona que da luz verde a estas putas mierdas. Se trata de una película titulada 2001 maniacos, un remake del film 2000 maniacos del año 1964. Ahora sé que ese maniaco de más de esta versión moderna es Kiko, por hacerme ver esta puta paranoia…

La capa

La verdad es que así leído en frío el título de este cómic muchos pensaréis que bien podría tratarse de un decálogo hecho por Lorena Bobbit sobre cómo cortar los huevos a un maromazo (de ahí lo de «la capa»). Pero no amiguitos, resulta que se trata de la adaptación del relato corto homónimo aparecido en el libro Fantasmas (una antología de relatos de terror), que fue la primera obra publicada por el gran Joe Hill. Sobre este personaje sobran las presentaciones, pues todo el mundo sabe que se trata de un escritor estadounidense famoso por ser hijo de Stephen King.

Y es que de Joe Hill, los muchachos de este blog hemos leído cosillas en el noveno arte que no nos han dejado malas sensaciones, como por ejemplo Locke & Key. Incluso hoy por hoy anhelamos la publicación por estos lares de Road Rage, una adaptación del relato titulado Throttle, que Stephen y Joe escribieron para un libro homenaje al Maestro Richard Matheson. Así que con este bagaje del bueno de Joe Hill a nuestras espaldas es normal que tuviéramos unas ganas locas de leer este cómic…

Análisis: Bioshock 2

A los que nos apasiona el mundo de los videojuegos celebramos que salgan títulos que nos sorprendan y demuestren un poco de frescura en un catálogo sobrecargado por clones de Call Of Duty y juegos deportivos. Por ello, cuando empecé a jugar a Bioshock en mi recién adquirida XBOX360 (por aquella época no tenía un PC potente, que si no lo habría jugado en él) rápidamente se convirtió en uno de esos juegos que te dejan marcado y que hacen resurgir la esperanza de que todavía hay gente interesada en contar buenas historias. Una ambientación sobrecogedora y una historia que nos deja con el culo torcido hicieron de Bioshock un claro ejemplo de que algunas desarrolladoras como Irrational Games pueden innovar y sorprender todavía en el mundo de los videojuegos.

Ni corto ni perezoso, y dado que ya se ha anunciado la tercera entrega de la saga (por desgracia retrasada hasta el año que viene hace poquito), me dispuse a volver a la ciudad de Rapture y enfrentarme a sus peligros jugando a unos de esos juegos que tengo esperando pacientemente en la estantería: Bioshock 2. Lo tenía guardado desde hace mucho tiempo, con algo de miedo por si me iba a aguar el buen sabor de boca que me dejó su primera parte debido al cambio de desarrolladora (esta vez se encargó 2K Marin), pero parece que hicieron un buen trabajo.

Descubriendo X-Wing: El juego de miniaturas

Hace unos días, llegaron noticias sobre el juego de cartas de Star Wars LCG, en las que según parecía retrasaban su salida (incluso hubo también rumores confirmados que informaban que estaban rediseñando el juego). La verdad es que personalmente me temía que X-Wing: el juego de miniaturas quedaría tocado, pero han seguido llegando noticias y este verano estaremos con una X-Wing bajo el brazo.

Lunes Molones: ATM

Durante este Lunes Molón saqué una fulgurante conclusión: no vuelvo a jugar más al puto FIFA 12. Ya sabéis que antes de vernos la peli que toca durante estas reuniones nos echamos unos vicietes el Sr Grifter y yo a algunos juegos en modo coopertaivo. Como ambos estábamos de puente decidimos alargar la velada y estuvimos desde antes de la hora de comer con frikezas varias. Al darnos cuenta de que «el juego de la botella» estaba siendo aburrido por ser los dos únicos participantes nos echamos unas hordas al Gears 3, al Hunted The Demon’s Forge y al FIFA 12. Pero a este último sólo jugamos un partido… que espero que sea el último. Perder 14-0 (no sé si fueron más porque los últimos minutos yo estaba dando ostias a una pared) contra algún friki de Internet fue bastante para mi. El puto juego saca lo que peor de mi ser y hace que me transforme en algo muy chungo.

Menos mal que al poco tiempo de este mal trago cambiamos de tercio y nos pusimos a ver la peli que había elegido mi compi de agonías: ATM, dirigida por el debutante en cine David Brooks. Según el Sr Grifter mucha gente hablaba bien de la peli y el hecho de ver a unos chavales pasándolas canutas atrapados en un cajero automático le parecía bastante atractivo. Además el guión fue escrito por Chris Sparling, el mismo guionista de la magnífica Buried, que nos gustó mucho en su día.

Juego de tronos

Durante estos meses de atrás muchos de mis amigos hablaban en algunas de nuestras conversaciones que si juego de tronos por aquí, que si juego de tronos por allá y yo me sentía más perdidísimo que un español llamando al 1004. Y es que no tenía ni zorra idea de los libros ni tampoco había visto ningún episodio de la aclamada serie de televisión, por lo que cada vez que alguien sacaba a relucir este tema yo me quedaba con cara de póker asintiendo con la cabeza para parecer que estaba ahí en la onda, pero pensando para mis adentros cosas como: «¿Pero de qué cojones está hablando este tío?»…

Así que cuando me enteré de que la editorial Planeta DeAgostini iba a sacar en cómic la adaptación oficial de las novelas, de forma bastante fiel, a cargo del novelista y guionista Daniel Abraham (colaborador habitual de George R.R. Martin), no pude menos que pensar que esta era mi oportunidad para poder estar por fin en la onda, y que cuando alguien me hablara sobre este tema no poner cara de monaguillo en un topless. 

Battleship

¿Quién no ha jugado alguna vez al famoso jueguecito de hundir la flota?. Yo he de reconocer que era más dado a jugar a esa variante ratonesca consistente en doblar un papelito por la mitad, dibujar muñecajos en cada una de las partes de la hoja y luego jugar con la otra persona a hacer puntitos con el papel doblado para acertar en los muñecos del otro (siempre era un regocijo muy serio el hecho de acertar en los huevos a alguno de los dibujos del contrincante y cachondearte de él en su cara).

El caso es que como buenos frikis que somos en este blog, cuando nos enteramos de que esta película iba a ser una adaptación en cine de ese más que popular juego de mesa de Hasbro (la misma compañía que creó a los míticos Transformers), no pudimos menos que ataviarnos con nuestro frac que solemos usar para colarnos en bodas de gente a la que no hemos visto en la puta vida y poder comer de gorra. Sirva esta reseña para comentar qué nos ha parecido este film sobre una nueva amenaza alienígena capaz de acabar con los insignificantes humanos en un santiamén…

En verano… Zombicide

Que aquí en Vas Tú Listo nos ponemos muy palotes con los zombis es algo de dominio público, así que cuando llegan noticias sobre estos temas los hacemos públicos en el blog. Cuando me comentaron que esté año, sobre agosto, aparecía un juego de zombis pensé que sería como tantos otros y la verdad es que puede que se parezca, pero sin duda tiene algo especial en su diseño que me dan ganas de tenerlo en las manos.

Si lo que queremos un juego de tablero en el que aparezcan zombis podemos encontrar algunas referencias bastante interesantes, aunque sin duda el más extendido es el Zombies!!! de Todd Breitenstein. El juego tiene sus años, pero han salido expansiones a dar con un palo (creo que son 9). Sin duda adictivo, pero las miniaturas no eran para tirar cohetes.