Yo siempre he defendido a capa y espada la idea de que, sin duda alguna, lo mejor de la Xbox es la posibilidad de poder jugar online con tus colegas (principalmente a juegos en modo cooperativo). Eso de pasarte un videojuego con un amigo cómodamente cada uno desde su casa y comunicados por el aucirular de la consola es un vicio del copón. Por esa razón, el otro colaborador de este blog (el nunca bien ponderado Kiko) y yo solemos hacernos con juegos que tengan esa modalidad para pasárnoslos a pachas.
Uno de los últimos a los que nos hemos viciado meses atrás ha sido el que para mí es uno de los mejores juegos para pasar un rato divertido con los colegas: Left 4 Dead 2. Y es que ya no es sólo que puedas jugarlo con otro amigo que lo tenga, sino que existe la posibilidad de poder cooperar hasta 4 jugadores en el modo campaña con el fin de sobrevivir a las hordas de zombies que nos acosan por todos lados, lo cual hace de él una experiencia muy divertida para todos los jugones.