Ainsss, parece mentira que tras haber degustado este pedazo de obra hace ya unos pocos meses aún no me hubiera dignado ni a hacer siquiera la correspodiente reseñita. Supongo que soy merecedor de un tremendo ostión con la mano abierta no sólo por esto, sino por el hecho de que la primera vez que vi este cómic en la tienda lo sostuve en mis manos y no me lo llevé. No fue hasta pasados unos días que caí en la cuenta de tan craso error y volví a la tienda a por él…
Llamadme puto pesao o lo que queráis, pero la verdad es que no me canso de repetir y de incidir en el hecho de que la editorial Image Comics cotiza cada vez más al alza entre los lectores con esas series que aportan un tremendo soplazo de aire fresco al actual panorama comiquero. Ni que decir tiene que nuevamente son los muchachuelos de Norma Editorial los encargados de publicar por estos lares este tan esperadísimo tomo, que recoge los seis primeros números de este más que magnífico títulazo que engancha cosa mala, chavales. Así que vamos ya sin más dilación a ver de qué trata esto de la Ciencia Oscura...
Grant McKay, líder de la Liga Anarquista de Científicos, ha logrado lo imposible descifrando la Ciencia Oscura y atravesando las barreras de la realidad con su invención: el Pilar. Pero en uno de sus experimentos algo no fue bien y ahora Grant y su equipo están perdidos en el multiverso, saltando de realidad en realidad, en un océano infinito de mundos desconocidos. Solo pueden seguir adelante, pero ¿qué precio tendrán que pagar para volver a casa?…
Vamos ahí ese sustazo
¿Qué friki no conoce a estas alturas al bueno de Rick Remender?. Un pedazo de guionista como la copa de un pino, muy prolífico últimamente, hasta el punto de que muchos piensan que le tienen encadenado a la mesa con una sonda y no le dejan levantarse «ni pa cagar», no me jodas. El caso es que en Ciencia Oscura se marca el tío un pedazo de argumento que a mí personalmente me ha recordado un poco (salvando las distancias ) a Perdidos en el Espacio, en el sentido de unas personas que vagan sin rumbo por lugares a cual más extraño. Y es que a estas alturas en el género de la ciencia ficción ya está casi todo inventado, pero si se trata de una historia bien contada y repleta de horrores, misterios, sorpresas y trepidantes aventuras, entonces bienvenida sea (y vaya que si esta lo es)…
El cómic cuenta con la aparición estelar de Raponchi
Y es que este cómic es un auténtico derroche de imaginación y de fantasía, más aún tratándose de una historia en la que unos científicos han creado un aparato llamado “El Pilar” (como mi vecina), con el que pueden atravesar todas las capas de la realidad y realizar saltos dimensionales. A este respecto hay que decir que el cómic defiende la teoría de que los planos dimensionales son como capas de cebolla, que están una sobre otra y de esta forma nuestro grupete de aventureros irán profundizando en ellas saltando de dimensión en dimensión de forma constante. Y es justamente aquí donde radica lo más atrayente del argumento, es decir, en esos saltos que les van llevando a dimensiones desconocidas, que duran un tiempo limitado y en las que el lector anhela ver qué tipo de peligros les esperan en cada una de ellas.
Cara que se te queda si ves mucho Sálvame Deluxe
Además, todo ello está aderezado por un gran elenco de personajes con personalidades muy dispares y gracias a una serie de pequeños flashbacks iremos conociendo ciertas rencillas y desacuerdos entre algunos de ellos, pues ni que decir tiene que en este grupo no faltará el típico elemento discordante y porculero que puede poner en peligro la vida de todos con su actitud de gilipollas. Por cierto, tremendo el trabajazo de Matteo Scalera en el apartado gráfico (con ese derroche de imaginación a la hora de plasmar razas y civilizaciones de lo más estrafalarias) y el de Dean White en el color, con un estilo que es una auténtica y verdadera delicia visual para los sentidos a lo bestia.
Otro pedazo de sustazo
En definitiva, Ciencia Oscura 1: Cómo caer eternamente es una recomendadísima lectura para todo aquel lector al que le guste el género de la ciencia ficción. Además se trata de un cómic en el que (al contrario que en otras editoriales) «la muerte» sí tiene significado y aquí no hay protagonista imprescindible y cualquiera de ellos puede morir durante esos peligrosos saltos dimensionales para no regresar. Lo dicho, que salga ya el siguiente tomo…