Código fuente

Después de 5 increíbles días viendo llover en Sevilla, perdiéndome los pasos, la «madrugá», las cañitas en la calle feria, los chicharrones y múltiples actividades que se pueden desarrollar en la capital andaluza con tan solo unos rayitos de sol, decidí acercarme a visionar una más que esperada, al menos por mi parte, producción que para los que nos movemos en estos mundos semi-imaginarios nos encanta disfrutar.

Me acerqué el Domingo de Resurrección (a ver si la cosa mejoraba) a uno de los cines más modernos de Sevilla, en la que recibí mi primera gran alegría de la noche: el cine 6,50 euros, en 2D y 7,50 en 3D. Ciertamente, no podía por menos que frotarme los ojos, agradeciéndoles a todos los santos que no habían procesionado, por aquello que mi bolsillo estaba agradeciendo.

La segunda de mis alegrías fue que las palomitas tan solo costaban 3,50€, un pedazo de cono, madre, estaba por traerme a Madrid para repartir con mis compañeros, pero quizá esa fue la última de mis alegrías.

El siguiente paso fue entrar a una sala, robusta, simple, pero bien acondicionada, cómoda, e íntima (no creo que hubiese más de 160 localidades). Y empezó CODIGO FUENTE, tras un inicio intenso, presentación de personajes y la historia acelerada, situándonos en un escenario repetido, pero siempre cambiante, claustrofóbico en algún momento, pero muy aprovechado.

Nuestro protagonista haciendo méritos para sacar a pasear "su fuente"

Tras situarnos completamente en la historia, notamos que esta empieza a cojear, lo que en mi experiencia tiene dos vertientes: el que no está metido en este mundo «friki» no entiende absolutamente nada de lo que le están contando (es interesante para la cerveza de después de la peli, en la que por alguna curiosa razón, a algunos nos crece una cola tipo Pavo Real, con la que intentamos demostrar todo lo que hemos entendido). Y el segundo caso los que sí que estamos metidos en este mundillo, que notaremos que hay una falta grande en la historia, con referencias al mundo teleco-informático-matrix, en las que te das cuenta de que el director, guionista o el que pasaba por allí, no ha sabido solucionar.

Los efectos, sencillos sin grandes alardes de técnica pero bien aprovechados.

Típica cara de cuando vas sin billete y se acerca "el pica"

En general y bajo mi punto de vista una peli para pasar la tarde-noche. Si eres «Pavo» luego podrás Pavonearte…; y si no lo eres, una cara de «pos vale», pero si es en un cine a 6,50€, muy recomendable.