Hoy voy a reseñar esta película que vi hace unos días, atraído por la simple razón de que el protagonista es Simon Pegg. Y es que desde que vi la peli de Zombies Party, tengo a este tío en la categoría de mega-crack (si no habéis visto esa peli suya ya estáis tardando, porque es divertidísima a más no poder). Aparte de este film, también me resultó muy divertida su comedia titulada Arma fatal, que viene a ser una parodia total del cine de acción, y que también recomiendo a todo aquel que no lo haya visto (además que en ésta sale de nuevo con el otro protagonista de Zombies Party, que es otro personaje de cuidado). Lo que me tiene inquieto es el rumor que circula por la red de que se quiere contar con Simon Pegg para la película del personaje de Marvel comics llamado el hombre-hormiga. La verdad es que se saldría ver a este actor en el papel de ese superhéroe, a pesar de que su cara no pegue mucho con la de uno de los científicos más inteligentes del planeta. Pasando al tema de la peli que nos ocupa, empezaré con una breve sinopsis del argumento:
«Dennis es un tío normal. Está un poco gordo y fuma, pero es buena persona, encantador y sencillo. Sin embargo, hace cinco años, Dennis hizo algo que no estuvo bien. El día en que debía casarse con Libby, su novia embarazada, se dio a la fuga. No pudo seguir adelante con la boda. No se sentía merecedor de Libby. Hoy, cinco años después, Dennis se da cuenta de que ha cometido un gran error. Aún la ve con frecuencia debido a Jake, su hijo de cinco años, pero ya no existe ningún atisbo de romanticismo. Libby está saliendo ahora con Whit. Whit es agradable, exitoso y muy bueno con Jake; lo que enfurece a Dennis aún más. ¿Cómo puede competir con él? En un último intento por demostrarle a Libby que ha cambiado de vida, Dennis anuncia que participará en el mismo maratón para el que Whit se ha estado entrenando, para así demostrar, por una vez en su vida, que puede ser capaz de acabar algo que haya empezado».
Como podéis ver, se trata de una comedia «made in Britain», aunque su director es el famoso Ross de «Friends», David Schwimmer, que hace sus primeros pinitos como director con este film. A pesar del título, que nadie se piense que esta es una historia sobre deporte: el maratón es una especie de metáfora para hablar del duro camino que hay que recorrer en el amor. Y con esa metáfora que se usa en la peli, se destila un ingenio a raudales, sin renunciar a la mofa y la parodia descarnada, pero dejándose entrever ciertos clichés típicos de la comedia romántica. Y es que al igual que Zombies Party era una parodia de las pelis de zombies y Arma fatal una sátira de las pelis de acción, veremos también que Corredor de fondo no deja de hacer lo mismo, en mayor o menor medida, con el género de la comedia romántica (e incluso con las pelis de temática sobre deportistas fracasados a la conquista del triunfo). En cualquier caso se trata de una peli entretenida con la que habrá momentos en los que esbozaremos ciertas sonrijuelas, y que tras verla le dan a unos ganas de irse por ahí a corretear como un loco (aunque no me cansaré de repetir que por el simple hecho de que salga Simon Pegg ya es motivo suficiente para verla).
Como podéis ver, se trata de una comedia «made in Britain», aunque su director es el famoso Ross de «Friends», David Schwimmer, que hace sus primeros pinitos como director con este film. A pesar del título, que nadie se piense que esta es una historia sobre deporte: el maratón es una especie de metáfora para hablar del duro camino que hay que recorrer en el amor. Y con esa metáfora que se usa en la peli, se destila un ingenio a raudales, sin renunciar a la mofa y la parodia descarnada, pero dejándose entrever ciertos clichés típicos de la comedia romántica. Y es que al igual que Zombies Party era una parodia de las pelis de zombies y Arma fatal una sátira de las pelis de acción, veremos también que Corredor de fondo no deja de hacer lo mismo, en mayor o menor medida, con el género de la comedia romántica (e incluso con las pelis de temática sobre deportistas fracasados a la conquista del triunfo). En cualquier caso se trata de una peli entretenida con la que habrá momentos en los que esbozaremos ciertas sonrijuelas, y que tras verla le dan a unos ganas de irse por ahí a corretear como un loco (aunque no me cansaré de repetir que por el simple hecho de que salga Simon Pegg ya es motivo suficiente para verla).