La verdad es que con la gran proliferación que hay últimamente de cómics como Crossed o de los tomos de zombies que está publicando la editorial Glenat voy a acabar más gilipollas de lo que estoy. Y es que tengo que reconocer que he entrado en una peculiar dinámica por la cual en mis últimas y más recientes compras mensuales siempre anda de por medio algún que otro cómic protagonizado por esos entrañables seres putrefactos o por los infectados de Crossed. Y mi última adquisición ha sido este tomo al cual dedico la reseña de hoy, con una nueva historia en la que David Lapham parece que le ha cogido el gustillo a esta serie.
Así que tras haber degustado los otros dos tomos publicados hasta la fecha, qué menos que dar una oportunidad a esta nueva entrega y leer las idas de olla de las que suele hacer gala esta colección. Sobre su argumento, veremos una vez más lo que viene siendo lo habitual en las historias de Crossed: un grupo de supervivientes tratando de hacer lo posible por no caer en las manos de los infectados y evitar así una muerte atroz y a lo bestia.
Todo comienza cuando la doctora Tang (de naranja o de limón), resulta atrapada en un rascacielos de Nueva York durante una expedición en búsqueda de medicinas. Hunt MacAvoy, antiguo veterano del cuerpo especial de la policía SWAT, ha organizado un grupo de combatientes que, a sus órdenes, parten en una misión de rescate que les mete de lleno en la locura de una ciudad con millones de cruzados.
Como peculiaridad reseñable, hay que decir que esta historia sirve para demostrar que la gran cualidad de esos infectados de Crossed es la perseverencia y que no cejarán en su empeño por llegar hasta cualquier víctima potencial con el fin de dar rienda suelta a sus más bajos instintos. Además, a lo largo del argumento veremos cómo se recurre al recurso del flashback para desvelársenos ciertos detalles del pasado de algunos de los protagonistas, y podremos entender el porqué muchos de ellos ven en este dantesco contexto la oportunidad ideal para encontrar la redención por una causa tan noble como es el ayudar a otros a salvarse.
Pero sin duda alguna, lo mas destacable es la particularidad que a muchos os habrá llamado la atención en el título al leer lo de 3D. Y es que señores, este tomo incluye unas gafitas para poder imbuirse en su lectura en 3 dimensiones, poder recrearnos en el amplio nivel de detallismo de las viñetas de Gianluca Pagliarani y poder «degustar» también esas imágenes en relieve con la sangre y las vísceras de las escabechinas que arman los cruzados que parece que saltan hacia el lector. De todas formas, todo esto del 3D estará muy bien y lo que queráis, pero hay que reconocer que encarece el precio del tomo a lo bestia y se cantean un poco metiéndonos un «sajo» tremendo, pues son sólo 48 paginas por la friolera de 12,95€. Y es que seguramente habrá gente a las que esto del 3D se la sude y sólo quieran leer la historia sin más, por lo que no habría estado de más una edición normal a un precio más ajustado con respecto al número de páginas.
De todas formas, personalmente creo que esto de Crossed ya empieza a mostrar síntomas de agotamiento, pues todas las historias ya empiezan a tener el mismo tufillo de grupo de supervivientes haciendo lo posible por salvar el pellejo, tratando de no caer en las manos de estos infectados que les harán todo tipo de atrocidades antes de reventarlos. Por supuesto tampoco faltará la violencia explícita, las desmembraciones y las salvajadas en plan gore no aptas para gente sensiblera, pues esto sigue siendo lo más bestia y gamberro que se puede leer hoy día. Y es que al contrario de lo que ocurre con The Walking Dead (donde los momentos brutales se meten con cuentagotas y están al servicio del argumento), en Crossed pasa justamente todo lo contrario, pues es el argumento lo que está al servicio de esas brutalidades que dominan la historia en casi su totalidad. En fin, una lectura donde las burradas siguen en su línea ascendente…