Me imagino que lo más ancianos del lugar recordaréis aquel famoso sello editorial llamado Cliffhanger, que en su día a muchos nos sonó a palabreja digna del gran Chiquito de la Calzada. Para encuadrar su origen habría que remontarse a finales de la década de los años 90, cuando tres de los más grandes artistas del momento decidieron crear un sello propio para tener más libertad creativa y más control sobre sus personajes. Ese santo triplete estaba compuesto por cracks de la talla de Joe Madureira, Humberto Ramos y J. Scott Campbell (ahí es «ná»).
Danger Girl es una miniserie de ocho números de la que se encargó este último, la cual fue publicada en grapa en nuestro país allá por el año 1999. Unos pocos años después (en 2004) se recopiló en un flamante tomo bajo el nombre de Danger Girl: el libro definitivo. El caso es que el sábado me topé con él buscando lecturas suculentas en mi comicteca, y qué menos que reseñarlo para todo aquel que nunca haya oído hablar de este curioso grupo de buenas mozas sanas y castizas con tetamen prominente.
El perder miles de neuronas al día trae como consecuencia el hecho de que uno ya apenas se acuerde de lo que leyó hace varios años (si ni siquiera me acuerdo de lo que he desayunado hoy, qué demonios). Y es que de vez en cuando a uno le gusta volver a leer cómics sin mayores pretensiones que la de entretener al lector con una historia en la que todo se suceda a un ritmo endiablado. De ahí se deriva el hecho de que volviera a degustar hace unos días este tomo al cual dedico la reseña. Por cierto, me flagelo ante el hecho de no haber comentado aún que el prólogo del mismo está escrito por Bruce «el puto amo» Campbell, ante lo cual (ni que decir tiene) es motivo de que todos nos lavemos la boca antes de pronunciar el título de este cómic.
Ja, ja, por cierto, creo que puedo desvelar ya a día de hoy que otro de los motivos por el que compré este tomo cuando se publicó allá por 2004, fue el hecho de que así podía deshacerme de la miniserie en grapa y regalársela a una amiga a la que le gustaban también los cómics y que a mí me hacía tilín (para ganar puntos, joe). Así que tras confesar este exclusivón que me dejará fama de «huele-bragas», pasaré ya a entrar en el meollo de la reseña.
Y lo primero que diré sobre ella es que Danger Girl podría definirse como una mezcla de las películas de 007, con toques de Los Ángeles de Charlie y elementos dignos de films tales como Misión Imposible, Indiana Jones, y Tomb Raider. Sus componentes son unas guapas agentes femeninas, que vienen a ser la creme de la creme del mundo del espionaje, las cuales pondrán sus maravillosas habilidades al servicio de una organización dirigida por un tal Deuce (cuyo parecido con Sean Connery no puede ser más cantoso). Las tres protagonistas principales (Abbey Chase, Sidney Savage y Natalie Kassle) pronto se ganan con facilidad un hueco en el corazoncito de los lectores masculinos y nos arrancarán algún que otro suspiro ante el hecho de ver lo bien que se desenvuelven en todo tipo de situaciones la mar de chungas repartiendo hostias. Eso sí, al personaje de Johnny el Barracuda lo odiaréis, pues es el típico guaperas enervante al que dan ganas de quemar a lo bonzo.
Puede que el argumento del tomo sea simplón y que no tenga más tu tía que el hecho de que una organización terrorista quiere implantar una especie de Cuarto Reich a través del poder de unos objetos místicos que otorgan un poder cojonudo a su poseedor, mientras las chicas de Danger Girl tratarán de frustar ese maquiavélico plan. Pero el ritmo desenfrenado de cada número y lo entretenido de las escenas de acción aportan un toque «molón» con el que uno se pone ahí a pasar página tras página y cuando te quieres dar cuenta te pispas de que has llegado al final (y la historia encima te ha dejado un buen sabor de boca). Además sólo por el hecho de ver el pedazo de arte de Scott Campbell merece la pena echarlo un vistazo, pues sin duda alguna este tío se ha ganado a pulso la catalogación de ser uno de los mendas que mejor dibuja a tiazas buenorras. Si por casualidad lo encuentras en tu tienda y nunca lo llegaste a leer, échatelo un vistazo.
danger girl??qué clase de titulo es ese? ya con ese nombre no quiero leer na más. Que mania con dibujar a las mujeres desproporcionadas con cinturita y unas tetas y un culo que se salen del planeta.
Pos el cómic es mu entretenido, joe.
Ójala hubiera más mozas como estas con cinturita de avispa.
Ojalá los frikis comierais menos bollos y fuerais mas al gimnasio …
Levantamos bollos, que no es poco.
Y encima rellenos de crema, que pesan más