Hay que ver la pasión que derrochamos los tíos por el deporte. A poco más de una hora de que comience el partido del siglo me he decidido a escribir rápidamente un post en el que ensalzar las grandezas y virtudes de cualquier espectáculo que suponga ver a un puñado de mendas corriendo detrás de una pelota cual perrillo que trota por el campo detrás de un palitroque que le ha lanzado su dueño a tomar por culo. Resulta curiosa la forma en la que las chicas no entienden nuestra pasión por nuestros colores y se escandalizan por el hecho de que vibremos más que una Minipimer con este tipo de cosas. Aún es recordado el revuelo causado en mi trabajo cuando me pillé 2 semanas de vacaciones en el 2006 para verme entera toda la primera fase del Mudial de Alemania (a fecha de hoy creo que alguna me sigue mirando raro y arrugando el hocico por ello). El caso es que hoy os traigo una recopilación de imágenes en las que os quiero demostrar porqué a los tíos nos gustan tanto deportes como el fútbol o el baloncesto a pesar de que pululen por ahí estampas como estas.
Y es que siempre se ha dicho que el fútbol es un deporte por y para tíos, apto sobre todo para mendas varoniles que lo dan todo sobre un terreno de juego. Pero claro, hay algunos que esas mismas premisas se las pasan por el forro cuando están fuera de la cancha, y en cuanto cuelgan la camiseta con los colores del club se les ve un poco el plumero. Sirva de ejemplo esta foto de CR7 veraneando sabe dios dónde para ir ataviado con semajente pelaje.
Pero al parecer esto le viene ya de su época del Manchester, donde tendría que ser curioso ver las que debería de liar de puertas del vestuario para dentro. Cabe pensar que cuando esto dejó de suponerle un reto empezó a dedicarse a hacer de las suyas en pleno campo. Sirva de ejemplo esta instantánea en la que no sabemos cómo convencería a un tiarrón con hechuras de Hooligan como Rooney para que le dejara celebrar un gol así (seguro que le prometió un par de jarrotes de cerveza).
Pero vamos, que es de suponer que cuando fichó por el Real Madrid se encontraría en su salsa por el legado y la impronta que ya había dejado Guti entre los suyos. Ciertamente era curioso el carácter que imprimía entre sus compañeros a la hora de ponerse en la barrera y exponerse a recibir un pelotazo. Y es que como decimos, el fútbol es un deporte muy de hombres, y Guti daba buen ejemplo entre sus compis.
Continuará…