Durante mi época de seguidor incondicional de las series americanas pude disfrutar de una que aún no teniendo bastantes seguidores (al menos entre mis colegas) a mi personalmente me encantó. Harto de tanta serie de forenses y de médicos (hasta los huevos de que todas sean igual, y gracias a Dios no veo ninguna), Dexter nos dio un toque de aire fresco junto con todas aquellas que empezaron a salir por aquel entonces. Y de hecho Dexter sigue viva, con 6 temporadas a la espalda, y eso es difícil de conseguir con la variedad de series que hay en parrilla. Yo puedo decir que al menos las tres primeras te dejan atrapado frente al televisor, y con ganas de más.
Para los que no conozcan al pelirrojo psicótico se podría decir que el argumento es el siguiente: Dexter es un forense especializado en salpicaduras de sangre que trabaja para la policía de Miami. Todo hasta aquí bastante correcto, si no fuera porque Dexter es un asesino en serie que hace horas extras fuera de su trabajo dando caza a criminales. No lo hace por justicia, sino para alimentar la oscuridad que lleva dentro.
Quizás sea una serie bastante atípica y difícil de comprender por la naturaleza tan terrible que tiene el protagonista. Es cierto que cuando uno empieza a verla no sabe muy bien si le gusta Dexter o le da repulsión, ya que la serie nos pone al límite de la moral donde el protagonista tiene un serio problema psicótico que le priva de emociones y le obliga a realizar asesinatos. ¿Cómo pelotas se nos propone una serie donde el protagonista es un asesino en serie? Pues precisamente porque Dexter sigue un código inculcado por su padre donde calma su necesidad de asesinar con personas que han cometido crímenes. Y he aquí la prueba moral que nos surge, ¿es lícito asesinar a la gente que realmente se lo merece?
Dos temporadas siguiendo las andaduras de Dexter en las que se puede ver su particular forma de ver la vida, intentando compaginar su vida pública, donde aparenta ser un tío normal, con su vida oscura de asesino. En esta tercera temporada Dexter podrá compartir su más oscuro secreto con un nuevo amigo, el fiscal del distrito de Miami Miguel Prado. Éste descubre a Dexter cometiendo uno de sus asesinatos y decide apoyarle en su secreto hobby. La innata desconfianza y el fuerte código que le enseñó su padre para evitar ser descubierto hacen que a Dexter le cueste admitir la ayuda de ese nuevo personaje, pero la necesidad de sentirse alguien normal teniendo un amigo conducirán a Dexter a abrirle las puertas a su oscuro mundo, con los peligros personales que eso le conlleve.
Esta temporada se empieza a centrar en la búsqueda de Dexter y sus anhelos de sentirse alguien normal. Aún sabiendo que en el fondo es un monstruo con problemas muy serios, no puede evitar sentirse tentado con la posiblidad de compartir sus secretos con un amigo. Además, la relación con su novia Rita se hará aún más fuerte, decorando aún más «su vida normal» a los ojos de los demás con un par de noticias que le harán replantearse su futuro (no voy a dar spoilers jeje).
En definitiva, una tercera temporada que sigue con el alto nivel que demostraron las dos anteriores y que me incitan a coger un cuchillo y… digo… emmm… verme la cuarta temporada.