Igual que un cincuentón con hechuras de futuro viejo verde no pierde ripia de los tetámenes de las chavalas de los clubes de alterne que suele frecuentar cuando se queda de «Rodríguez» en casa mientras la parienta está veraneando en la playa con los críos, a nosotros tampoco nos pasan desapercibidas las novedades comiqueras que salen cada mes. Y en este mes de julio hay un par de ellas que a priori nos han sorprendido más gratamente que subir al ático a tender la ropa y toparte con la rubia tía buena del tercero derecha tomando el sol en tetas. Y nos estamos refiriendo concretamente a los cómics titulados Blue Estate y Pingeons from Hell que nos trae este mes la editorial Dibbuks…Sobre la primera de ellas (Blue Estate) diremos que nos pone en el pellejo de un aspirante a policía frustrado que decide ejercer por su cuenta como detective privado. Da con un caso de una estrella de cine de serie B, el cual tiene asuntos bastante turbios. En general todo lo que le rodea es bastante sórdido, strippers, gángsters, traficantes. Lejos de ser una serie negra, las historias entrelazadas tienen un aire muy Pulp Fiction, mezclando el humor negro con las escenas más grotescas y desagradables que cualquier miembro de la mafia puede propiciar: traiciones, torturas, raudales de sangre y escenas que le dejan a uno con la boca abierta. Esto es el inicio de una trilogía cuyo final te hará estar sediento por conocer más y más para saber cómo se desentraña la historia. Y es que Blue Estate coge lo mejor de Guy Ritchie y Quentin Tarantino de una forma rematadamente original.
En cuanto a Pingeons from Hell se ambienta en una mansión que es la herencia de dos hermanas afroamericanas que van a visitarla para comprobar su estado. La felicidad por el presente se desvanece rápidamente cuando uno de los amigos acompañantes cae por las destartaladas escaleras y queda malherido. Lo que no saben es que esa debe ser la menor de las preocupaciones, puesto que en la casa hay un hechizo que provocará desgracias inimaginables. Una casa hechizada, una historia familiar oculta, almas perversas, zombis, vudú, gore y sangre son los ingredientes tradicionales y perfectos para esta receta terrorífica con un desarrollo y final totalmente inesperados y sorprendentes. Se trata de la versión en cómic del relato corto homónimo de Robert E. Howard, el creador de Conan, que ha sido considerado por Stephen King como “una de las mejores historias de terror de nuestro siglo”.
Pues ale, ya puedes ir ahorrando los 14 eurillos que vale cada tomo respectivamente y en cuanto salgan a la venta te acercas un ratito a tu tienda favorita sin armar mucho alboroto, saludas al dependiente, coges estos cómics de los estantes y te vuelvas a tu casa para degustarlos con un copazo de coñac en las manos y con tu batín de Hugh Hefner. Pos ea, a ver si la editorial Dibbuks hace que me enganche a sus publicaciones, porque en la puta vida he comprado nada de lo que suelen publicar.