Pues estaba esperando una reseña por parte de algún compañero de la redacción sobre esta película pero al final he pensado que quería meter cucharada en el tema del dragón y esos enanos bajando rápidos en barril. Una película en mitad de dos partes que te deja con la boca abierta cuando llega el final y pensando: ¿Quién ha sido el bastardo que ha desenchufado el proyector?. Ante todo decir que la película me gustó, Peter Jackson le ha dado algo de movimiento y se ha sacado algunos conejos de la chistera pero claro, esto es el Hobbit según San Peter y con eso me basta…
Y es que como seguidor del Hobbit desde que tenía uso de razón tengo algunos “peros” y tengo que decir que no soy un extremista que le parece mal todo lo que se sale de la línea que marcó el escritor. Ya aviso que después de este párrafo nos podemos encontrar con algún spoiler.
Llevar el Hobbit a las pantallas es un reto, debemos tener en cuenta que es una historia pensada para niños y el libro habla básicamente de enanos, eso para cierto público es suficiente pero para la mayoría puede resultar cargante. El director intenta subsanar este problema con edulcorantes varios que para el purista sobran.
Hacer tres películas de un libro que no es muy grande tiene algunos problemas, el director debe sacar de donde no hay y aunque algunas veces nos explica cosas que pudieron ocurrir según textos del propio Tolkien otras veces mete cosas con calzador que se las podría ahorrar.
Que uno de los trasgos sea Azog, lo podemos pasar, pues el libro hace mención de pasada en una frase suelta donde indica que fue el asesino de Thror abuelo de Thorin (aunque se dice que murió a manos de Dain en Moria). También podemos pasar que su hijo Bolgo sea otro de los trasgos que aparecen, pues participó en la guerra de los 5 ejércitos y Peter nos muestra qué hacía antes de aparecer en el texto.
Alarga papeles como el de Radagast o nos cuenta lo que hacía Gandalf cuando desaparecía en el libro. Ahora bien, hay cosas que las ha metido a presión. Ese Kili ligándose a la elfa ha sido un show, además de herirlo en una pierna y no permitir que entre en la montaña con el resto. Vale, que ver a Evangeline Lilly repartiendo toñas está muy bien, pero eso no es el Hobbit. Por el mismo motivo el papel de Legolas me parece muy largo y al final hasta te cae algo gordo.
Sobre Beorn, he visto su papel algo recortado, que no digo que no esté bien saltarse el tema de sus animales amaestrados. Esos perros sirviendo mesas pueden resultar algo cómicos.
Descubrimos alguna cosa curiosa sobre Sauron, la forma de ojo tiene su explicación y además es de tipo fractal de autosimilitud exacta. La batalla entre Gandalf y el nigromante fue muy buena, por fin el mago hace algo interesante. Durante todo este tiempo pensaba que era una linterna con patas.
Llegamos a la parte culminante de la película, aparece Smaug. Ese dragón está increíble, rodeado de tesoros. Su aliento de fuego llena el cine y sientes el poder de la bestia. La verdad es que con el tiempo esa lagartija ha perdido práctica a la hora de matar enanos, pero vamos a suponer que lo pillaron medio dormido.
Conclusión: Una buena película pero hay que ver la obra en su conjunto para poder emitir un veredicto final, creo que el corte está mal situado, cortar la acción de esa manera me recuerda a los seriales televisivos.