Echando un vistazo hace unos días al catálogo de la editorial Panini con las novedades de este mes me llamó la atención este tomo del insigne personaje creado por Sir Arthur Conan Doyle. Debido al buen sabor de boca que me dejó la lectura de otra aventura que leí recientemente protagonizada por el bueno de Holmes (Victorian Undead), decidí jugármela con la compra de este tomo. De esta forma, con la lectura del mismo nos trasladamos en una ocasión más a la Inglaterra victoriana para acompañar de nuevo al mítico detective en una de sus andanzas.
Esta vez seremos partícipes de una nueva aventura de Sherlock en un contexto mucho más «real» y más acorde al personaje que con respecto a lo que pudo verse en el anteriormente citado tomo de Norma editorial (pues ciertamente la combinación Sherlock Holmes/zombies putrefactos no es que pegue mucho). Además la historia del tomo que nos ocupa encierra una original vuelta de tuerca con respecto al personaje, presentada bajo el siguiente concepto: ¿y si Sherlock Holmes fuera el principal sospechoso de un crimen en el que todas las pruebas apuntan hacia él?.
La historia arranca con una amenaza de muerte recibida por un insigne y reputado ciudadano de Londres a través de una carta en la que se le indica la fecha y la hora exacta en la que será asesinado. Como es de suponer, esto provocará un revuelo en las filas de la policia, que montará todo un dispositivo de seguridad y de vigilancia en la casa del amenazado en cuestión (como es de suponer Sherlock y Watson estarán también presentes en ese lugar debido a su afición por este tipo de casos que suponen un reto). Sin embargo, tal y como se había pronosticado en aquella carta, el amenazado será asesinado exactamente a la hora indicada en la misiva y todas las pruebas y testigos apuntan a que ha sido Sherlock Holmes el principal artífice del crimen.
He aquí donde reside la principal curiosidad de este tomo y no es otra que el hecho de ver al más afamado de los detectives como un vulgar asesino o delincuente como los que él solía dar caza con su perspicacia y sus grandes dotes para la investigación. Así que si el bueno de Sherlock nunca rehuye un caso por complicado que sea, en este concretamente no le quedará más alternativa que sacar a la luz toda la verdad sobre lo ocurrido, ya que es su pellejo lo que está en juego en caso de ser encontrado culpable. A partir de aquí empieza una carrera contrarreloj en la que nuestro detective favorito contará con el apoyo y la confianza total de su inseparable Watson y del inspector Lestrade, quienes no dudan ni por un segundo de la inocencia de su amigo. Y por supuesto, como es de suponer, toda esta historia provocará el regocijo de la prensa sensacionalista por el hecho de ver al más famoso detective de todo Londres con el «agua hasta el cuello». Pero si hay una persona capaz de «dar la vuelta a la tortilla» en un caso en el que las pruebas parecen tan irrefutables, ese es el gran Sherlock Holmes.
En mi humilde opinión, se trata de una aventura de este personaje que en conjunto no está nada mal, ya que arranca con un inicio bastante interesante en el que se plantea todo este misterio en torno a la culpabilidad de Holmes en ese crimen, decayendo un poco a mitad de la misma, y volviendo a recuperar totalmente un alto grado de interés con la parte juicio en el que Sherlock se defiende a sí mismo tratando de limpiar su nombre ante esa acusación de asesinato. Sin duda alguna, el tomo está plagado de buenos detalles con los que se nos muestran lo observador que es Holmes y las acertadas conclusiones a las que llega siempre con observar unos simples instantes a alguien. Además, la historia se presta a que el el lector saque sus propias conclusiones sobre lo que realmente ha ocurrido en esa escena del crimen a medida que se van dejando caer nuevas pistas sobre el caso. Lo recomiendo para todos los amantes del personaje y de las historias de crímenes y misterios con intríngulis por dilucidar. Por cierto, una curiosidad: la guionista del tomo (Leah Moore) es la hija del gran Alan Moore.
Hostia, pues pinta muy interesante. Me gusta mucho el personaje, pero el echo de que sea un comic me daba cierto reparo, pensando que la historia no seria regulera. En cuanto pueda me lo agencio, a ver que tal se le da a la hija de tan ilustre escritor.
PD: no busqueis la imagen de la hija del señor Moore en Google, porque aunque os alegrareis los ojos, no es ella la que sale..
Eso está bien…, que tengas afán detectivesco.
Sólo te falta fumar en pipa