EL MEJOR COMIENZO DE UNA PELÍCULA

Ayer estaba aquí aburridillo haciendo tiempo hasta la hora en la que había quedado con mis colegas Miguelón, Héctor y Marta para tomar algo por ahí tranquilamente. Así que para pasar el rato me dispuse a ver una película de las que tenía por aquí, por lo que finalmente me decidí a volver a ver la de 28 semanas después (que no son zombies…, son infectados). Recuerdo que vi esta peli el día del estreno en cines, que me pasé la tarde del día anterior llamando a gente para ver si la querían ver y nadie se acopló, así que según salí ese viernes del trabajo me metí a verla yo solo en unos cines de un centro comercial que me pillan muy cerquita de allí. Tengo que reconocer que el arranque de la película me dejó impactado con esa tremenda escena con la que empieza (de la que no me cansaré de repetir que es una de mis escenas preferidas no sólo del género de terror sino en general). Lo que me parece acojonante de esa escena es que los personajes reflejan el miedo en estado puro en situaciones extremas, tal y como se puede apreciar en ese momento en el que el prota y su mujer son acorralados en una habitación por los zombies (que no son zombies, que son infectados) y el menda en vez de ayudarla sale por patas dejando a su mujer allí que se las arregle solita, por el acojone que tenía encima. Vale que esa escena es de una cobardía acojonante, pero al menos refleja un comportamiento real y humano (y no de héroe chulesco de cine) porque cuando el miedo hace estragos en uno nunca se sabe cómo se puede reaccionar aunque sea un ser querido el que está en peligro. Y para remate de la escena, me encanta ese momento en el que el prota sale por patas, levantando una polvareda casi similar a la de una manada de ñus perseguidos por leonas hambrientas, con toda la banda de infectados corriendo detrás de él con ansias voraces (es acojonante ese momento, sobre todo por ese magnífico tema de la banda sonora que contribuye a acrecentar la sensacion de acojone que puede sentir un menda en esa situación). No creo que haya aún alguien que no haya visto esta fantástica escena, pero por si lo hubiere, aquí adjunto todo este comienzo de la película, justamente en el momento en el que un puñado de supervivientes están aislados y escondidos en una casa para que los infectados no los descubran, y de pronto todo se va al garete con la repentina aparición de un criajo que llama a la puerta pidiendo ayuda. ¡¡¡Simplemente acojonante!!!. No me cansaré de repetir que no hay nada que acojone más que un «zombie» veloz.

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