El día de Nochebuena estaba yo ahí tan feliz poniéndome «to gocho» y zampando en plan puto «degenerao» a lo monstruo Triki (lo que viene siendo ponerse la comida en la palma de la mano y estampársela con ansia contra la boca), cuando de pronto veo aparecer en la tele a Katy Perry. De este muchacha ya hemos hablado un montón de veces en Vas Tú Listo y la hemos otorgado el dudoso honor de ser la madrina de este blog, después de nuestra querida Bianquita. El caso es que fue verla y empezar a ponerme nervioso con unos cacho tembleques en la mano que parecía que tenía Parkinson, no me jodas. Un suspiro de pasión se apoderó de mí y se me quitó el hambre de golpe, oye…
Pues sí hijos míos, concretamente donde pude deleitarme los ojines con esta chavala fue en unos de los episodios de Los Simpsons que pusieron en Nochebuena. Se trataba del mítico capítulo en el que se nos presenta a una Katy Perry de carne y hueso como la nueva novia de Moe y se interpreta a sí misma en una secuencia especial en acción real. El episodio de por sí ya era cojonudo con esas marionetas de los personajes de la familia más descojonante de la tele, por lo que si le sumas la presencia de la Perry con ese vestido que daban ganas de arrancárselo a «bocaos», la cosa alcanzó tintes épicos…
Así que después de que esta muchacha fuera repudiada por Barrio Sésamo, nos alegramos de que Los Simpsons sí hayan sabido aprovechar el potencial de esta moza. Yo personalmente estaré siempre en deuda con ellos por alegrarme la Nochebuena de esa manera inesperada y poder haber presenciado a Katy Perry con ese vestidito del que me ahorraré el comentario porque sino luego nuestras detractoras se ceban con nosotros y nos empiezan a caer hostias por todos lados…
Kate Perry + «El caso es que fue verla y empezar a ponerme nervioso con unos cacho tembleques en la mano» = FAP FAP FAP