Algo que no hemos contado nunca de los muchachos de Vas Tú Listo es que somos muy dados a atarnos una toalla por encima de los hombros, ponernos unas calzonas por encima de la ropa y entrar en Urgencias dando un salto con el puño en alto y diciendo: «¡Doctora, doctora ayúdeme por favor. Me he tragado un trozo de Kriptonita!». El caso es que el otro día haciendo esta gilipollada me vino a la cabeza cierto cómic con el que estaba yo flipadísimo en mis tiempos mozos y que creo que fue lo que empezó a forjar mi gran devoción por el género de los superhéroes cuando aún era un crío mierdoso. Y es que no sé si os acordáis de aquel descojonante tebeo de Superlópez titulado El Supergrupo. Ja, ja, es que era la polla…
Y es que aún me acuerdo de cuando me compraron este cómic un día en el Corte Inglés, en la época de mis inicios comiqueros en los que solía leer muchos Super Humor de Mortadelo y de Zipi y Zape, entre otros. El caso es que aquel día me regalaron este cómic de El Supergrupo y lo degusté en casa de mi abuela. Aún recuerdo que fue acabar de leerlo y quedarme ahí «descojonao» con una sonrisa de oreja a oreja y pensando: «Ja, ja, cómo mola esta peña, ¿no?».
La verdad es que el meollo no tenía más misterio que el bueno de Superlópez reuniéndose junto a otros «superhéroes» para formar un peculiar grupo con la intención de combatir el mal. Lo más curioso es que se pasaban más tiempo dándose de hostias entre ellos que defendiendo la justicia. Además cada uno de esos héroes bien podría ser la versión española y castiza de algún que otro héroe de Marvel y donde teníamos a personajes tan variopintos como El bruto (La cosa), El capitán Hispania (El capitán América), La chica increíble (La avispa), Latas ( Iron Man) o El Mago (Doctor Extraño).
Ciertamente guardo un cariño especial hacia este cómic por ser lo primero que leí sobre «superhéroes», aunque fueran un poco gilipollas. Sabe dios ande coñe estará mi cómic del Supergrupo que me leí y releí tantas veces, pero lo único cierto es que siempre le tendré un cariño especial por ser uno de los tebeos con los que empecé a forjar mi devoción por el noveno arte. Así que sirva este post para dedicarle un discreto homenaje, porque pasen los años que pasen siempre me declararé un arduo admirador de El Supergrupo.
Pues si, tengo que buscarlo, era una caña.
Grande no, lo siguiente.
Lo siguiente a grande es clasicote