Este fin de semana pasado tocaba dedicar un hueco a ver alguna película de las muchas que tengo por ahí pendientes de visionar, ya que había que estrenar el pedazo de monitor de 22 pulgadas del ordenador nuevo (sentarse a ver pelis en un monitor así es como tener un mini-cine en la habitación). Como no tenía claro qué peli ver, mi hermano metió presión para que viera este film al que dedico este post, porque me dijo que aunque el argumento no aporta nada nuevo, la peli está bastante bien llevada y no se llega a hacer tediosa. Así que finalmente le hice caso y me senté a verla a ver si me convencía…; y la verdad es que si bien es cierto que la peli no aporta nada nuevo a este género, hay que reconocer también que el rato que dura te tiene ahí entretenido y angustiado. Os adjunto debajo un resumencillo del argumento para que veáis que aunque no es nada nuevo, la peli llega a resultar curiosa de ver:
Pete es un periodista americano que prepara un reportaje sobre la industria turística en auge en el norte de Australia. Allí se unirá con un grupo de excursionistas y su hermosa guía, Kate, para realizar un crucero por el río. Todo transcurre con normalidad hasta que, de repente, el barco es sacudido por un cocodrilo gigante y se encalla en un islote. Cuando cae la noche, el grupo de turistas se convierte en una presa fácil para la bestia y comienza una feroz lucha por la supervivencia en uno de los lugares más inhóspitos del mundo.
De esta forma, lo inquietante de la peli es ver a ese grupo de personas atrapados en esa especie de islote en pleno «territorio de la bestia», donde tendrán en ingeniárselas para escapar de tal lugar, ya que la marea va subiendo progresivamente hasta cubrir entero ese trozo de tierra donde se encuentran, pero si se adentran en el agua corren el riesgo de ser merendados vivos. Así que recomiendo la película para todo aquel que quiera inquietarse un rato viendo el apuro en el que se encuentra esta pobre gente, y sobre todo porque sale Radha Mitchell (la prota de Pitch Black o Silent Hill), que aunque no es un bellezón al uso de esos que quitan el hipo, la muchacha tiene un algo que sugiere un inquietante atractivo.