Si mencionas el nombre de John Russo a un tío con pocas luces frikis se te quedará mirando de arriba a abajo arrugando el hocico y pensando: «¿Pero qué coño me estás contando, chatín?». Para todos aquellos que no tengan el placer de conocer a semejante crack diremos que se trata del co-creador de La noche de los muertos vivientes junto al maestro Romero. Seguro que a muchos esto os la suda mil, pero los fans de las pelis de zombies ponemos velitas todas las noches a estos tíos por su digno legado al mundo del cine.
No sé si recordáis que hace unos días reseñé el tomo llamado Night of the living dead, del que comenté que ahondaba en una serie de acontecimientos paralelos a la mítica película del año 1968 y por eso era conveniente haber visto el film antes de leerlo. Pues bien, Escape of the living dead continúa lo visto en aquel tomo, con una historia que acontece tres años después, cuando la plaga zombie parecía haber remitido totalmente. Pero al igual que OT y Gran Hermano, las mierdas y las cosas chungas siempre acaban por volver (y los zombies también).
Y lo primero que he de comentar es que te puedes adentrar en la lectura de este tomo pasándote por el ojete el anterior, pues se ambienta tres años después de que se produjera aquella sangrienta noche de terror en la que los muertos salieron de sus tumbas para devorar a los vivos. Hombre, tampoco está de más si te echas un vistazo al tomo de Night of the living dead para complementar y tal, pero a lo que voy es que se puede leer tan ricamente de forma aislada.
Como he comentado hace un momento, la historia se sitúa tres años después a lo visto en el antes mencionado tomo anterior. Veremos cómo la plaga ha sido controlada y la gente ha vuelto a la normalidad de sus vidas. Sin embargo, todo se complicará por culpa de un tal Dr. Melrose, quien oculto dentro de los muros de un laboratorio secreto de investigación médica ha estado estudiando los restos de los no muertos con intenciones oscuras y aviesas. Debido a un desafortunado incidente se volverá desatar la plaga zombie nuevamente, afectando sobre todo a un pueblecito alrededor de esas instalaciones científicas.
A partir de aquí el cómic está repleto del clichés típicos del género tales como el de grupo de supervivientes escondidos en un lugar cerrado evitando que los zombies entren a armar una escabechina. Estará representado también el estereotipo tan recurrente de este tipo de historias de que a veces los propios humanos pueden ser peores y más peligrosos que los mismos zombies (papel encarnado principalmente por un grupo de moteros que se la harán pasar canutas a nuestros principales protagonistas: Sally Brinkman y su padre). Tampoco faltará el arquetipo de ver a los pueblerinos unidos con los chicos del sheriff en plan turba y colaborando todos ellos para limpiar el pueblo de esa amenaza tan peligrosa.
Todo ello da lugar a un cómic entretenido apto para fans del género, y que para mi gusto empieza bastante bien aunque poco a poco va perdiendo un pelín de fuelle (pero vamos, que se deja leer tan ricamente). Todo ello hasta llegar a un desenlace con un final abierto para una continuación con nuevos brotes de esta plaga zombie. Eso sí, el cómic no escatima en toques gore y momentos de violencia explícita, que son muestra clara de lo chungo que sería ser devorado vivo por un zombie de estos. Así que nada, habrá que esperar a que publiquen por estos lares Plague of the living dead (del mismo Russo), que por lo que he podido documentarme narra los acontecimientos previos a la saga de Escape of the living dead y cómo fue que surgió este brote de zombies.