Para plan de escape cojonudo el que empiezan a maquinar muchos jovenzuelos desde el momento en el que su novia les dice que está embarazada. Pero no amiguitos, el plan de escape al que nos referimos hoy no tiene nada que ver con gilipolladas de ese jaez, sino con la película protagonizada por esas dos viejas glorias de antaño que aún siguen rodando films en lugar de irse por ahí a jugar a la petanca o a bailar pasodobles en el Imserso.
Y es que tanto el bueno de Arnold Schwarzenegger como el mítico Sylvester Stallone siguen dando mucha guerra, esta vez en un film sobre una cárcel la mar de chunga de la que buscarán escaquearse como puedan. El caso es que viendo esta cinta no pude menos que preguntarme el porqué tanto puto esfuerzo para intentar escapar de una prisión cuando hoy por hoy con la movida esa de la doctrina Parot de los huevos los delincuentes y criminales salen a la puta calle en menos de lo que dura vivo un pobre gato que va paseando tranquilamente cerca de la puerta de un restaurante chino, no me jodas.
El film nos pone en el pellejo de Ray Breslin (Stallone), un experto en seguridad carcelaria que trabaja para una empresa independiente encargada de poner a prueba la integridad y fiabilidad de las prisiones del país. Su trabajo es algo así como hacerse pasar por una preso más y comprobar si esa cárcel es 100% a prueba de fugas, pues a lo mejor otra cosa no, pero ciertamente este tío tiene un don para poner en jaque la seguridad de cualquier prisión en la que le metas. Sin embargo, pronto tendrá que enfrentarse a su mayor reto: escapar de la institución penitenciaria más chunga creada hasta la fecha, en la que conocerá al enigmático Church (Schwarzenegger), un tipo que se ha ganado el respeto de todos los presos por ser capaz de mantenerlos cuerdos en las horas más oscuras.
Arnold Schwarzenegger recién levantao
Ciertamente viendo este film no pude menos que acordarme de la magnífica serie titulada Prison Break, pues en cierto modo el personaje interpretado por Stallone tiene gran parangón con Michael Scofield (en el sentido de ser un tío perspicaz y un perfecto observador capaz de encontrar todo tipo de fallos en cualquier instalación penitenciaria que se precie, por pequeño que sea). Si a esto le unimos una capacidad inventiva y de improvisación que ni el mismísimo Macgyver, es normal que el bueno de Ray Breslin tenga fama de ser el mejor en lo que hace: escaparse de cualquier cárcel en la que le metas.
Stallone con un guardia sobándole los pechotes
Antes del visionado del film había leído ciertas críticas que no lo ponían «mu pa allá», pero aún así he de reconocer que a mí personalmente la premisa inicial de este título no me desagradó para nada. Bien es cierto que a lo largo del metraje el film va cayendo en un montón de clichés típicos de las pelis de instituciones penitenciarias (un alcaide más malo que el Gargamel que se pasa por el ojete los derechos de los presos, el típico guardia cabrón que putea al prota cosa mala, etc…), pero aún con todo no me ha resultado tan mala película como había leído por ahí. Eso sí, si tenías pensado ir a ver este largometraje por el hecho de creer que estando protagonizado por dos de los tipos más duros del cine de acción de los años 80 esto va a ser una ensalada de tiros y de acción hasta que te salgan por el ojete ya te digo yo que no, pues en esta cinta los tiroteos a los que nos tenían acostumbrados estos dos en sus tiempos mozos quedan relegados a unos discretitos minutejos del final del metraje y adolecen de la espectacularidad que uno podría esperar cuando Schwarzenegger y Stallone andan juntos de por medio.
Consecuencias de que se te olvide la baraja de cartas y no poder jugar al tute
Y es que el principal atractivo de esta película reside en el hecho de ver qué cojones se le va a ocurrir al protagonista para salir de esa cárcel y cómo poco a poco va poniendo en práctica su elaborado plan y sus maquiavélicas maquinaciones sin llamar demasiado la atención. Además en el hecho de que el ritmo del film no decaiga ayuda bastante el plantel de actores secundarios, entre los que podemos encontrar nombres como el de Jim Caviezel, Sam Neil, Vinnie Jones, Curtis ‘50 Cent’ Jackson o Vincent D’Onofrio.
Stallone haciendo el mimo
En definitiva, Escape Plan es un discreto film que creo que agradará a los nostálgicos de aquellas pelis ochenteras, por el simple hecho de ver a sus dos máximos exponentes reunidos en la misma cinta. Eso sí, no te esperes un film de tiroteos y de explosiones como los de antaño, pues en ese aspecto nuestros dos protagonistas están mucho más comedidos que hace 30 años. Pero vamos, que si eres dado a los films carcelarios en los que están presentes todos los estereotipos del género quizás te pueda agradar medianamente.
Soy fan de las pelis de talegos de toda la vida de Dios, pero ésta más que de talegos es un talegazo en toda regla. No hay por donde pillarla, parece que la han rodao en la fábrica abandonada de mi pueblo (diseño de producción pésimo) y los efectos (los pocos que hay) dejan a «La Grieta» de J. P. Simón como una Masterpiece.
Coñe Fiorrens, cuánto tiempo. Si llego a saber que andabas por aquí me habría peinao un poco las cejas con saliva para recibirte como dios manda.
Pues sí, muchacho tienes razón en lo de que los escenarios son un pufo y que no se han dejao mucho los cuartos. Supongo que estos dos tienen que ahorrar para su jubilación y todo ese dinero destinado a crear ambiente ha ido a sus cuentas de las islas caimán.