Desde hace ya mucho tiempo tenía ganas de ir a la sala Houdini, una sala de magia de aquí de Madrid considerada como la mejor de Europa, pero como nunca nadie quería acompañarme pues lo fui dejando un poco en el olvido. El caso es que el otro día salió el tema en el trabajo y mi compi Nieves me dijo que ella se apuntaba porque también le mola eso de la magia. Así que anoche fuimos al espectáculo que había a las 23:00h, y os puedo decir que son 3 horas de magia acojonante que se pasan voladas. Además que ya no es sólo que el espectáculo merezca mucho la pena, sino que son super amables y super majos, pues en la primera sala nos tocó sentarnos detrás del todo por llegar casi tarde, y a la hora de pasar a la siguiente sala (la de magia de cerca) nos pusieron en primera fila y encima nos invitaron a una consumisión.
Como digo, el espectáculo empezó a las 23:00h en el escenario principal de la sala, y lo abrió un mago llamado Karim, que os puedo decir que era un crack de cojones. Su show era una mezcla de monólogo en plan club de la comedia mezclado con números visuales muy buenos, pero ante todo me causó sensación su sentido del humor y su capacidad de improvisación y de tener salidas para cualquier comentario o para cuaquier cosa que ocurría en el escenario (fue más de una hora de risas y magia muy divertida). A continuación nos pasaron a una sala más reducida, donde tenían lugar los números de magia de cerca. Como he dicho antes, en esta sala nos pusieron en primera fila, razón por la cual los magos nos pedían colaborar con ellos en sus trucos. Y es que tengo que reconocer que cuando te hacen la magia a tí mismo a escasos centímetros del careto, te quedas realmente acojonado. A mí uno de los magos me hizo un truco de adivinarme una carta simulando su predicción como si las cartas fueran un ordenador procesando datos, que os juro que me quedé cartuli. A mi compi Nieves le hizo otro truco de cambiarla una carta que tenía entre las palmas de sus manos totalmente hecha pedazos, haciendo primero que los pedazos se convirtieran en los de otra carta distinta y a continuación recomponiendo los pedazos dentro de las palmas de sus manos (todo el camino de vuelta fuimos preguntándonos cómo cojones pudo hacer eso).
Pero sin lugar a dudas, el número más acojonante es con el que se cierra el espectáculo (el del gran Pablo Segobriga), un auténtico crack que hay que verlo para creerlo. Yo antes de estar en esta sala, siempre había pensando que esto de los mentalistas era una paranoia y un engaño total, pero os aseguro que verlo en directo es la hostia. A mí me dio una pelota para que la lanzara a la parte de la sala que quisiera, y a la persona que le cayera le iba a hipnotizar para que fuera capaz de mover una llave en la palma de su mano. Yo lancé la pelota y le cayó a una piba que salió al escenario y a la que el mago hipnotizó y la dejó grogui (otra cosa que no pensaba que pudiera hacerse, pero es acojonante cómo esta gente puede dormir a alguien sin apenas esfuerzo). Cuando la chica despertó, la puso la llave en la palma de su mano, y sin que nadie tuviera contacto con su mano, el mago la dijo que moviera la llave mentalmente, y os puedo asegurar que cuando la llave se mueve uno se queda acojonao. Más inquietante fue cuando hipnotizó a distancia a la chica que tenía detrás de mí y la adivinó una carta que previamente había cogido. La que sí se quedó totalmente impactada fue mi compi Nieves, cuando la adivinó mentalmente otra carta que había cogido, y además en base a la carta que tenía entre sus manos la desveló movidas e historietas personales y del curro muy concretas, que son totalmente ciertas (ya os digo que mi compañera salió impactada de lo que había vivido en esa sala). Yo personalmente tengo que reconocer que ver este tipo de números en directo y a escasos centímetros, le hace a uno cambiar la concepción que se tiene sobre el mentalismo y sobre este tipo de «trucos». Por esta razón escribo este post de hoy, para recomendar a todos la visita a esta sala, porque es una experiencia totalmente nueva que le hace a uno salir totalmente impactado de lo que allí se puede ver (y es que por poco más de 20€ son tres horas de auténtico espectáculo del bueno).
Pero sin lugar a dudas, el número más acojonante es con el que se cierra el espectáculo (el del gran Pablo Segobriga), un auténtico crack que hay que verlo para creerlo. Yo antes de estar en esta sala, siempre había pensando que esto de los mentalistas era una paranoia y un engaño total, pero os aseguro que verlo en directo es la hostia. A mí me dio una pelota para que la lanzara a la parte de la sala que quisiera, y a la persona que le cayera le iba a hipnotizar para que fuera capaz de mover una llave en la palma de su mano. Yo lancé la pelota y le cayó a una piba que salió al escenario y a la que el mago hipnotizó y la dejó grogui (otra cosa que no pensaba que pudiera hacerse, pero es acojonante cómo esta gente puede dormir a alguien sin apenas esfuerzo). Cuando la chica despertó, la puso la llave en la palma de su mano, y sin que nadie tuviera contacto con su mano, el mago la dijo que moviera la llave mentalmente, y os puedo asegurar que cuando la llave se mueve uno se queda acojonao. Más inquietante fue cuando hipnotizó a distancia a la chica que tenía detrás de mí y la adivinó una carta que previamente había cogido. La que sí se quedó totalmente impactada fue mi compi Nieves, cuando la adivinó mentalmente otra carta que había cogido, y además en base a la carta que tenía entre sus manos la desveló movidas e historietas personales y del curro muy concretas, que son totalmente ciertas (ya os digo que mi compañera salió impactada de lo que había vivido en esa sala). Yo personalmente tengo que reconocer que ver este tipo de números en directo y a escasos centímetros, le hace a uno cambiar la concepción que se tiene sobre el mentalismo y sobre este tipo de «trucos». Por esta razón escribo este post de hoy, para recomendar a todos la visita a esta sala, porque es una experiencia totalmente nueva que le hace a uno salir totalmente impactado de lo que allí se puede ver (y es que por poco más de 20€ son tres horas de auténtico espectáculo del bueno).