A poco choni o cani que seas y te digan así a sangre fría la palabra Supreme seguramente lo primero que se te vendrá a la cabeza son las Supremas de Móstoles. Pero si eres un friki consumado del noveno arte serás sabedor de que Supreme es una de las obras de ese genial barbazas llamado Alan Moore (para muchos el mejor guionista de cómics del siglo XX). Para el que no tenga ni zorra, diremos que Supreme fue creado por Rob Liefeld en las páginas de Youngblood, y tuvo también su propia serie que alcanzó hasta el número 40. Sin embargo, Liefeld, más dedicado a otros proyectos, le propuso al bueno de Moore el encargo de la serie a partir del número 41 y ya se sabe que casi toda la morralla que cae en manos de este tío enseguida lo da nuevos bríos…
Pues bien, resulta que hace unas pocas semanas la editorial Random House Mondadori nos ha traído una edición de lujo con el Supreme de Alan Moore, que como ya hemos dicho antes convirtió lo que era una serie de superhéroes hipermusculados y violentos en todo un homenaje a los cómics clásicos. Al lograr que un superhéroe clásico actuara como si Frank Miller, o el propio Moore (y sus imitadores) jamás hubiesen existido, cambió el rumbo del género y desarrolló conceptos que siguen vigentes quince años después. Este estuche contiene las aventuras completas de Supreme, incluyendo la historia perdida de Alan Moore y la conclusión del arco argumental que dibujó Erik Larsen. Pos ea, si en la puta vida te has echado en cara nada de Supreme no tienes excusa para hacerte con esta magnífica edición. Además que como hemos dicho antes, casi todo lo que cae en manos de Alan Moore lo saca partido y es garantía de lecturaza (o sino que me lo digan a mí con la serie Wildcats cuando andaba perdida sin rumbo y cayó en manos de este tío; lo que disfruté leyendo el pedazo de giro cojonudo que dio a la serie). Así que ya sabes, a ahorrar 39,95€ del ala, porque esta edición bien lo merece…