Pues la idea del post de hoy me ha venido por un vídeo que he visto colgado en otro blog, en el que aparecía un vídeo promocional de la serie titulada Fábulas. Me ha llamado la atención por el hecho de que un cómic haya sido anunciado en televisión (claro que ese anuncio es de tierras yanquis, porque en nuestro país se tendrían que conjuntar los planetoides para ver anunciado un cómic en televisión). Y la verdad es que es una pena, porque yo siempre he creído que si se diera más promoción a este medio en la tv podría suscitar la curiosidad de más personas. El caso es que todo ello me ha hecho recordar este tomo que leí hace ya tiempo, en el que se recogían los primeros números de esta colección. Y tengo que confesar que en su día era un poco reticente a hacerme con él, porque la verdad es que no me atraía mucho la idea de un cómic protagonizado por personajes de cuentos infantiles y del folklore popular. Sin embargo, como había escuchado muy buenas críticas sobre él, vencí ese recelo y decidí darlo una oportunidad. Tengo que confesar que el cómic me sorprendió muy gratamente, por el hecho de la original propuesta con la que se plasma a esos personajes.
Y es que se parte del supuesto de que todos ellos han sido expulsados de su propio mundo mágico en el que vivían por un ejercito invasor de alguien a quien se conoce como El Adversario. Los que tienen aspecto humano viven refugiados en nuestro mundo, intentando pasar disimuladamente entre los humanos normales. Sin embargo, todas la fábulas que no tienen aspecto humano y que por tanto no pueden vivir en la ciudad, residen en una especie de anexo en las afueras de Nueva York, en un lugar llamado «la granja». La mayoría de las fábulas perdieron todas o gran parte de sus posesiones en la huida de su mundo natal y sueñan con el día de poder regresar y expulsar a El Adversario, pero mientras tanto han organizado una sociedad secreta con un auto-gobierno (con su propio alcalde, impuestos y policía) cuya regla de oro es que ninguna Fábula puede permitir que los «mundanos» descubran su naturaleza mágica y a toda costa se debe mantener en secreto su existencia, por lo que tienen que pasar desapercibidos.
Lo curioso del cómic es cómo a partir de todos esos personajes protagonistas del imaginario de cuentos infantiles, el autor compone una historia interesantísima con toques de misterio, intriga y suspense, que engancha desde la primera página (toda esa historia policiaca con crimen incluido de los primeros números me resultó bastante intrigante). En definitiva, un tomo cuya lectura recomiendo a todo aquel que busque un cómic muy original, que sirve como introducción a los personajes principales de esta serie. Seguro que no defraudará a nadie.
Lo curioso del cómic es cómo a partir de todos esos personajes protagonistas del imaginario de cuentos infantiles, el autor compone una historia interesantísima con toques de misterio, intriga y suspense, que engancha desde la primera página (toda esa historia policiaca con crimen incluido de los primeros números me resultó bastante intrigante). En definitiva, un tomo cuya lectura recomiendo a todo aquel que busque un cómic muy original, que sirve como introducción a los personajes principales de esta serie. Seguro que no defraudará a nadie.