Voy a continuar hoy en la línea de reseñas anteriores de dedicar unas palabras a otra relectura que tuve el placer de echarme en cara durante las vacaciones de Semana Santa. El cómic que os traigo hoy salió como novedad del Salón del Cómic de Barcelona de hace ya unos añitos (no recuerdo si fue el del 2003 ó el del 2004). Sin duda alguna, el mayor atractivo de este tomo radica en el simple hecho de que está protagonizado por las tres tiazas más buenorras de la editorial Top Cow. Y es que el cómic viene a ser una especie de crossover entre Fathom-Witchblade-Tomb Raider, colecciones que cuentan con los suficientes elementos comunes como para que la interacción entre todas ellas no resulte forzada ni cogida con pinzas.
Me imagino que a todos os sonará el nombre de Sara Pezzini (la guapa portadora del Witchblade, unida a ese poderoso simbionte alienígena), o el de Aspen Matthews (la exuberante protagonista de Fathom). Y por supuesto, también tendréis el placer de conocer a Lara Croft (la mítica aventurera a la que se ha encuadrado en este universo de personajes de Top Cow). Pues todas ellas son las protagonistas de este cómic. Menudo harén, ¿eh?.
Como nota curiosa, lo primero que hay que comentar sobre este tomo es que para entender bien el argumento que en él se nos cuenta merece la pena haber leído al menos la serie de Fathom, ya que hay referencias a personajes como Taras, Vana (la reina del hielo) o el mismísimo Cannon Hawke. Precisamente tal personaje tiene gran importancia al comienzo de la historia, cuando es capturado por Vana, con el fin de modificar la esencia de este por la de su hijo muerto (Taras) a manos del propio Cannon. Como Lara es buena amiga de este último y se siente en deuda con él por cierto episodio que tuvo lugar en el pasado, se verá en la obligación de acudir en su ayuda. Pero como todo esto es algo que la supera a ella solita, buscará la ayuda de su amiga Sara Pezzini, para que a su vez se ponga en contacto con Aspen (otra vieja conocida de Cannon) y les eche una mano en su aventura.Como veis, el argumento es de lo más simplón, ya que lo que este cómic pretende ser ante todo es un compendio de posturitas y de tías buenas, todo ello de la mano del rey de las curvas y de las mujeres de medidas imposibles (el tristemente desaparecido Michael Turner, todo un crack de la anatomía femenina). Y es que ya se sabe que la editorial Top Cow a lo mejor otra cosa no, pero en lo que se refiere a repertorio de mozas sanas, castizas y de buen ver, es un auténtico filonaco.
Ciertamente, la historia recopilada en este tomo de 48 páginas es sobre todo apta para seguidores de estos personajes de la mencionada editorial, ya que adentrarse en su lectura sin tener unos mínimos conocimientos previos de ellos puede resultar un poco paranoia. Aunque bueno, si lo que buscas sobre todo es ver un compedio de chavalas despampanantes con poca ropa y a cual más buena y te la refanfinfla el argumento, sin duda alguna aquí te van a hacer los ojos chiribitas.